MERIDA 24 May. (EUROPA PRESS) -
Activistas de Greenpeace han sobrevolado en paramotor la central de Almaraz (Cáceres) y han bloqueado su entrada principal a las 08.00 horas para denunciar el "mal funcionamiento" del parque nuclear español, y exigir al Gobierno central socialista que ponga en marcha "ya" su "prometido" plan de abandono de la energía nuclear.
Uno de los activistas ha sobrevolado la central nuclear en un paramotor con lo que, según indicó en una nota Greenpeace, se ha puesto en evidencia la "falta de seguridad y control" en las nucleares españolas.
Asimismo, el colectivo apuntó que un último grupo de una decena de voluntarios ha accedido a las inmediaciones de la central en lanchas neumáticas.
La protesta trata de exigir al Gobierno el comienzo del plan de cierre gubernamental de las centrales nucleares con el cierre "inmediato y definitivo" de la central de Garoña, debido a sus "graves problemas de seguridad", y según la asociación debe ser seguido "en breve" por el de las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres) y Ascó (Tarragona).
De igual modo, más de una veintena de activistas se ha encadenado a la puerta principal de acceso a la central nuclear de Almaraz y ha desplegado dos grandes pancartas con el texto "No a las nucleares, Sí a las renovables" para pedir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que cumpla el "compromiso del cierre" de las nucleares y que apueste "definitivamente" por las energías renovables.
Según explicó Greenpeace, la acción se inició a primera hora de la mañana cuando uno de los activistas sobrevoló en paramotor las instalaciones de central nuclear y sus cúpulas. Al poco tiempo el equipo de veinte activistas se encadenó a la puerta principal de la central nuclear y otro grupo pintó los muros exteriores de la nuclear a los que accedió en zodiac, ya que la central está rodeada de agua. En los lemas pintados se podía leer "Nuclear No" y "Almaraz, cierre ya", informó la asociación.
Tras el "fracaso medioambiental, económico y tecnológico" de la energía nuclear, y ya en la recta final de la actual legislatura, Greenpeace insta al Gobierno socialista a "pasar ya de las palabras a los hechos" y a poner en marcha un plan de cierre progresivo pero urgente de las centrales nucleares.
El objetivo es avanzar hacia un modelo energético "más sostenible", basado en energías "más limpias y renovables" tal y como, según la asociación, recogía el propio programa electoral del PSOE a las últimas elecciones generales.
INFORME TÉCNICO
Greenpeace ha demostrado según dijo, mediante un reciente informe técnico realizado por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT) de la Universidad Pontificia de Comillas, que el potencial de generación de energía con fuentes renovables es capaz de satisfacer "sobradamente" la demanda de electricidad y también de energía primaria, y además que un "mix" de energía eléctrica 100 por ciento renovable "es viable tanto técnicamente como económicamente, estando sus costes tendenciales muy por debajo de los de la energía nuclear y los combustibles fósiles".
"Hoy estamos realizando una protesta pacífica en la central nuclear de Almaraz para llamar la atención sobre el pésimo estado de seguridad del parque nuclear español y sobre el inmenso potencial sin aprovechar en España de la eficiencia energética y las energías renovables", declaró el responsable de la campaña de energía antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, quien demandó al Gobierno que ponga en marcha de forma inmediata medidas concretas "para acabar cuanto antes con el peligro nuclear y poder avanzar sin obstáculos hacia un modelo energético sostenible y limpio".
Greenpeace anunció también que se ha dirigido esta misma mañana por fax al presidente del Gobierno para instarle a dar ya "pasos concretos" en el tema nuclear.
Greenpeace, que ha valorado "positivamente" el compromiso del PSOE y del Gobierno Zapatero de abandonar la energía nuclear en España, y otros en esta materia, como el del cierre de Garoña en el 2009 o el de emprender una profunda reforma del Consejo de Seguridad Nuclear para hacer de este organismo uno "verdaderamente transparente e independiente" de la industria nuclear, considera que "ya no puede haber más demoras al respecto".
Según indicó, la opinión "mayoritaria" de los ciudadanos españoles es "favorable" a abandonar la energía nuclear y a avanzar hacia un modelo energético "sostenible basado en las energías renovables y la eficiencia energética", concluyó Greenpeace.