Amnistía Internacional denuncia el arresto de 400 manifestantes a favor de Tíbet en Nepal

MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) llamó hoy a las autoridades nepalíes a liberar inmediata e incondicionalmente a los más de 400 arrestados por las manifestaciones a favor de Tíbet en Nepal al mismo tiempo que pidió el cese de las medidas drásticas que se toman contra los manifestantes tibetanos.

"Nepal está enviando un mensaje de intolerancia con la diferencia de opiniones con estos arrestos que realizan con los manifestantes pacíficos", dice AI en un comunicado, a la vez que amonesta por la última oleada de represión que se extiende más allá de lo relacionado con las protestas. "Ésta es la última de una serie de medidas represivas tomadas contra los manifestantes pacíficos", añadió.

En uno de los incidentes, los activistas fueron detenidos durante una vigilia de Amnistía Internacional para denunciar la situación de los Derechos Humanos en Tíbet. A las 13.55, hora local, 17 activistas fueron detenidos en Maitiyala, Mandala y Katmandú y llevados a la Comisaría de Singha Durbar, sin que hayan explicado las razones de su arresto.

Entre estos detenidos están el director de AI en Nepal, Rameshwar Npal; el antiguo comisario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Sushil Pyakurel; la abogada y miembro de la Comisión Internacional de Juristas, Govinda Bandi; y cuatro miembros más de AI.

"La interferencia de las autoridades en las protestas pacíficas de los tibetanos y otros Derechos Humanos es inconstitucional", continúa AI. "La medida de la Administración del Distrito de evitar la realización de una manifestación pacífica está en contra del artículo doce de la Constitución de Nepal". "Tampoco hay motivos legales para prohibir manifestaciones", añade este comunicado.

AI reiteró su llamamiento al Gobierno chino para que permita la investigación independiente de la ONU sobre los sucesos en Tíbet y para averiguar los motivos subyacentes en el pueblo tibetano y las políticas a largo plazo que han generado tanto resentimiento.

De acuerdo con estadísticas oficiales, cerca de 14.000 exiliados tibetanos residen en Nepal (aunque se estima que la cifra real pueda ser de 20.000), de los cuales un gran número está viendo restringidos sus derechos.