GAZA, 21 Ene. (Reuters/EP) -
El portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Christopher Gunness, anunció hoy que ésta tendrá que suspender la distribución de alimentos y combustible a 860.000 palestinos en la Franja de Gaza de aquí al jueves a menos que Israel levante el bloqueo impuesto en la frontera con el territorio controlado por Hamás.
Gunness explicó que la suspensión del programa de distribución podría llevarse a cabo de manera tan inminente "por la escasez de nylon para las bolsas de plástico y carburante para los vehículos y generadores".
Otros grupos internacionales alertaron de que los hospitales de Gaza se quedarán sin medicamentos y sin combustible para los generadores si Israel no permite el paso de bienes en la frontera, que permanece cerrada desde el viernes de la semana pasada. El bloqueo, según Israel, es un intento de que las milicias dejen de lanzar ataques con cohetes.
La UE, que financia la principal planta de energía de Gaza, ahora inactiva, afirma que comprende la necesidad de Israel de defenderse de los ataques transfronterizos con cohetes, pero tildó el cierre de las fronteras de "castigo colectivo" y aseguró que se deberían reabrir.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, manifestó tras su reunión con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que no permitirá "una crisis humanitaria en Gaza y prometió que la ayuda llegará a "hospitales, clínicas, niños y desamparados", aunque no detalló cuándo. Sin embargo, aclaró que si no cesan los ataques con cohetes a las localidades israelíes, no tiene intención de dar a los gazacíes "unas vidas cómodas y placenteras". Además, culpó de la situación en la que viven al "régimen terrorista asesino" bajo el que viven, "que permite vivir en paz a los habitantes del sur de Israel".
En Gaza, las calles se encuentran prácticamente vacías de coches y la mayoría de los comercios están cerrados como consecuencia de la escasez de crudo. Además, el cierre de la principal planta de energía ha dejado a oscuras a los habitantes de la región. A pesar de esto, Israel permite la llegada de electricidad en el sur del territorio, a donde llega energía proveniente de Egipto.
La Autoridad Palestina envió un comunicado en el que llamaba a la comunidad internacional a que ejerza presión sobre Israel para frenar su "política de asedio inhumana e injusta". El comunicado se quejaba también de que Israel está haciendo "inútiles" las negociaciones de paz, aunque en ningún momento amenazó con abandonarlas.
Por otro lado, las milicias de Gaza han jurado que seguirán con el bombardeo de cohetes a Israel, lo que complica una respuesta positiva por parte del Gobierno de Olmert.
Tanto la ONU como la UE han asegurado que están presionando a Israel para que permita la entrada de medicamentos y petróleo a la Franja de Gaza, donde viven cerca de un millón y medio de personas. El bloqueo ha frenado un envío de la ONU con suministros de comida y otro tipo de ayuda humanitaria para dos meses, según los cálculos de la UNRWA.