Un grupo pro Tíbet pide a los dirigentes que asistan a los JJ.OO que aborden con China la represión en esta región

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 5 agosto 2008 21:06

Denuncian que 140 tibetanos murieron durante la represión de las protestas en Lhasa y otras zonas de China

BEIJING, 5 Ago. (Reuters/EP) -

La represión de China en Tíbet ha aumentado desde los disturbios registrados en la región el pasado mes de marzo y los dirigentes mundiales que prevén asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing este viernes deberían plantear su preocupación al respecto a las autoridades chinas, según denunció hoy el grupo International Campaign for Tibet, vinculado con el Dalai Lama.

En su primer análisis detallado de las protestas de marzo que se extendieron en todo Tíbet, desencadenando una dura represión por parte de Beijing, el grupo pro-tibetano afirma que las condiciones en esta región dan la imagen falsa de que el Gobierno chino está intentando proteger los Juegos Olímpicos que comienzan este viernes.

"Para ocultar su violenta represión en Tíbet, particularmente mientras busca proteger una imagen de estabilidad y unidad de cara a los Juegos, China ha sellado virtualmente toda la meseta, pese a prometer aumentar la apertura antes de las Olimpiadas", afirma el informe.

"Las autoridades chinas han adoptado toda una serie de medidas para imponer un 'apagón' informativo para ocultar la represión en Tíbet en el marco de sus intentos para presentar una imagen de 'unidad' en China de cara a al 08/08/08", añade el grupo en referencia a la fecha de la ceremonia inaugural. El ocho es un número de buena suerte para los chinos. Según International Campaign for Tibet, la demostración de unidad incluye el uso de tibetanos en la ceremonia inaugural en Beijing.

De acuerdo con este grupo con sede en Washington y Londres, cientos de tibetanos siguen bajo custodia y alrededor de un centenar fueron abatidos en la capital regional, Lhasa, durante la represión inicial de mazo y otros 40 en zonas mayoritariamente tibetanas en China.

Por ello, consideran que el presidente estadounidense, George W. Bush, y otros dirigentes que asistirán a los Juegos Olímpicos, deberían "expresar públicamente preocupación en Beijing por la represión en Tíbet y la supresión de las libertades que llevaron al alzamiento de la pasada primavera".

"También se debe presionar a los dirigentes chinos para que informen sobre los más de 1.000 tibetanos cuyo estatus es desconocido tras las manifestaciones de primavera en Tíbet", añade el informe sobre lo ocurrido, de 148 páginas.

Tras las advertencias por parte de los responsables de la seguridad chinos de represalias tras los Juegos, "los tibetanos temen que la represión empeorará todavía más tras las Olimpiadas, una vez la atención global no esté sobre China", añade la Campaña Internacional por Tíbet.

EL TURISMO SE RECUPERA

Por otra parte, las autoridades chinas informaron precisamente hoy de que el turismo en Tíbet se está recuperando tras los disturbios de marzo pasado. "Según estadísticas ofrecidas por la Oficina Regional de Turismo, Tíbet recibió a 96.000 turistas en junio pasado y la cifra subió a los 350.000 en julio, lo que significa que el sector se está recuperando muy rápido", señaló Du Jiang, subdirector de la Administración Nacional del Turismo de China, en declaraciones recogidas por la agencia oficial Xinhua.

Los violentos disturbios que estallaron en Lhasa el 14 de marzo y que pronto se extendieron a otras zonas de mayoría tibetana de China, obligaron a las autoridades regionales a suspender la emisión de permisos de turismo a los viajeros extranjeros por razones de seguridad.

El 24 de abril, Tíbet volvió a recibir a turistas del interior del país, que fueron seguidos de los procedentes de Hong Kong, Macao y Taiwan en mayo, recuerda Xinhua. A partir del 25 de junio, los turistas extranjeros lograron permiso para poder viajar de nuevo a Tíbet.

En la primera mitad del año, el número de turistas en Tíbet descendió hasta las 342.000 personas, lo que supone un descenso del 69%, lo que a su vez causó una caída del 71% en los ingresos del sector turístico, hasta los 290 millones de yuanes (unos 27,3 millones de euros).

Tíbet recibió a cuatro millones de turistas de dentro y fuera del país en 2007, un 60% más que en 2006 y registró ingresos de 4.800 millones de yuanes (casi 452,6 millones de euros) en el sector turístico, lo que constituyó más del 14% del PIB de la región.

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