Santiago Alfonso es director de Marketing del Grupo Cosentino, dedicado a la producción de superficies de cuarzo. Llegó a la compañía en 1989 y es secretario general del Instituto Silestone para la Higiene en la Cocina (ISHC) desde su creación, en 2006, cuando la marca decidió poner en marcha una institución que se dedicara a estudiar e investigar en relación a los riesgos domésticos relacionados con la cocina y los alimentos con el fin de difundir buenas prácticas en este sentido.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, ha sido vocal en diferentes asociaciones empresariales, ha participado en foros de estudio y debate empresarial y es colaborador habitual en prensa y otras publicaciones nacionales.
.- ¿Cómo se gestó la idea en el grupo Cosentino de crear, al hilo de su producto antibacterias para encimeras 'Silestone', un Instituto de Investigación para promocionar la salud, la higiene y la seguridad en la cocina?
La idea surgió como una iniciativa --dentro del campo de la RSC de la compañía-- de trascender el punto del puro interés comercial o publicitario del beneficio antibacterias del producto para llevarlo a una acción responsable en el sentido de promover la difusión de prácticas y todo lo relacionado con los buenos hábitos de higiene de la población, dando además difusión a toda la información que se generase al respecto. Esa es la verdadera razón de ser de la creación del Instituto que se creó en enero de 2007, aunque la idea nació en 2006.
.- ¿Qué balance pueden hacer de este primer año de vida del Instituto?
El balance es muy positivo. Ha sido el primer año de andadura y las primeras acciones, como una 'Guía de la Seguridad Alimentaria' de la microbióloga Maite Pelayo, que es colaboradora del Instituto, la presencia en diferentes foros, eventos públicos como la Feria Fisalud, campañas de publicidad para presentarlo y toda una batería de acciones como la presentación del 'Decálogo de la Higiene', etc, han tenido una aceptación, y sobre todo una difusión, excelente.
.- ¿Qué se detecta desde el Instituto sobre lo que más preocupa a los ciudadanos relacionado con estos temas, o qué conclusiones se extraen de los eventos y encuentros en los que participa el Instituto?
Creo que lo que más preocupa es cuáles son los focos de riesgo de infecciones o transmisión de bacterias. En el ámbito del hogar la cocina es uno de los espacios que más preocupa, seguido del baño, porque son zonas peligrosas. Los ciudadanos quieren conocer cómo evitar riesgos en estos espacios físicos y cómo manejar los alimentos, cocinarlos o conservarlos.
.- ¿Con qué equipo cuenta el Instituto para su gestión y desarrollo?
Contamos con una Secretaría Técnica que está en Barcelona, y además un secretario que soy yo mismo --que trabajo con las dos personas que coordinan la Secretaría Técnica-- y un Comité Asesor de ocho personas procedentes de diferentes campos: catedráticos de Universidad, representantes del sector de productos de limpieza, amas de casa y consumidores, cheffs de cocina, arquitectos y urbanistas, etc.
.- ¿Conoce qué inversión destina la compañía Cosentino al Instituto?
Sí, la inversión inicial básica fue de unos 500.000 euros. La previsión para este año es de un ligero incremento, porque nuestro deseo es incorporar una serie de acciones nuevas de investigación de mercado y estudios de carácter paneuropeo. La cifra que manejamos es de unos 600.000 euros para este 2008. Queremos seguir presentes en salones feriales dedicados a la salud y la alimentación, participar en congresos y llevar a cabo una investigación de hábitos alimenticios relativos a la higiene de los alimentos y los enseres de carácter paneuropeo, que además será publicado este mismo año.
.- Se trata de una iniciativa abierta a cocineros y otros profesionales que trabajan en el ámbito de la cocina, los alimentos o el hogar. ¿Cómo funciona esa colaboración con el Instituto por parte de estos expertos?
Sí, contamos con la presencia, como asesor del Instituto, del cheff Sergi Arola, por ejemplo, que colabora desde su ámbito de actuación, como su restaurante recién inaugurado, y que cuenta con este producto antibacterias en la cocina, y que además, utiliza otros elementos constructivos relacionados con la higiene que van a servir como experimentación (rodapiés, curvas sanitarias, etc) que se han utilizado por primera vez. Su papel, además, es el de difundir buenas prácticas desde su ámbito de actuación, que en este caso es la cocina de un restaurante de alto nivel con mucha visibilidad.
.- ¿Cómo empresa, ustedes ven una carencia o necesidad a la hora de investigar en este campo? En este sentido, ¿qué papel tienen las empresas de cara a la sociedad, más allá del beneficio económico?
Estoy totalmente de acuerdo en la idea de que la sociedad se merece una complacencia y un compromiso claro por parte de las compañías de trabajar por mejorar el entorno en el que operan. Nuestra filosofía de RSC está muy acorde con la razón de ser del Instituto Silestone, que es un clara manifestación de ella. Es una apertura --vía el consejo asesor-- a la sociedad, con inversiones en la materia, y que además, va a ir a más. Queremos extenderlo a nivel paneuropeo los próximos dos años.
Además, Cosentino cuenta con una Fundación --La Fundación Eduarda Justo-- en la que vamos a invertir este 2008 cerca de 400.000 euros dirigidos a la realización de becas de estudio de postgrado fuera de España, en Universidades de primer nivel para estudiantes almerienses, además de dedicar nuestros esfuerzos a otras actividades de sostenibilidad, arquitectura sostenible, publicaciones, etc. El hecho es que nosotros no vemos la RSC con "resignación", como algunas empresas, sino con total convencimiento. Creemos que hay que apostar más en esta dirección de responsabilidad social, con acciones y recursos para compensar a la sociedad por lo que ésta da a las empresas.
.- ¿Y estando en el sector de la construcción y de la arquitectura en general, notan quizá que éste aún no se ha volcado totalmente en esta filosofía y que los defensores de la sostenibilidad son todavía minoría?
Sí, percibimos en nuestra asistencia a ferias y relación con otras empresas del sector que es difícil encontrar muchas compañías que tengan un compromiso claro con esta idea, pero creemos que va a haber o debe haber un 'vuelco' en este sentido, porque la sociedad va a ser cada vez más exigente a la hora de elegir una empresa cuyos procesos estén reconocidos o cuenten con el sello de la 'sostenibilidad' (energética, de producto, de reciclaje, etc).
.- ¿Quizá falta también que los consumidores, por su parte, premien a las personas que se deciden por esta tendencia?
Efectivamente. En las encimeras Silestone, por ejemplo, ofrecemos colores en los que el 75% de materia prima proviene de productos reciclados de vidrio, etc, y estamos trabajando ya en colecciones 100% ecológicas para el próximo año, buscando, precisamente, ese sector de clientes y consumidores que se decantan por este tipo de productos y que los prefieren a otros más tradicionales.