Condenan a 20 años de prisión al acusado de matar a su ex mujer a tiros en Algarinejo (Granada)

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 30 abril 2008 21:14

CÓRDOBA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a 20 años y nueve meses de cárcel a Manuel C.C. como autor de un delito de asesinato sobre su ex mujer, mientras recogía aceitunas junto a su actual pareja en el cortijo La Atalaya de Algarinejo, en Granada.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en concreto se le condena a 19 años de prisión por el delito de asesinato con la agravante de parentesco y un año y nueve meses de prisión por un delito de maltrato habitual. No obstante, el tribunal lo absuelve del delito de asesinato en grado de tentativa sobre la actual pareja de la fallecida, por lo que el fiscal pedía siete años y seis meses de cárcel.

La resolución recoge que "el acusado se ha conducido en sus relaciones de pareja de modo despótico y dominante a consecuencia de su carácter egoísta, celoso y de superior imposición", habiendo llegado incluso a prohibirle que acudiera a la piscina.

Por estas causas, la mujer padecía un trastorno depresivo recurrente, teniendo que ser tratada por el Servicio de Salud Mental de Cabra (Córdoba), llegando incluso a protagonizar una tentativa de suicidio mediante ingesta de medicamentos.

Ante esta convivencia matrimonial el 1 de septiembre de 2004, la víctima interpuso demanda de separación conyugal contenciosa y consolidó una relación con el hombre que se encontraba con ella el día de los hechos.

Así, el 1 de enero de 2006, encontrándose el procesado en su domicilio, a tres kilómetros de la finca donde la víctima y su pareja estaban recogiendo aceitunas, "sin existir la certeza de que éste conociera que ellos se encontraban allí, llegó sorpresivamente a la finca La Atalaya".

Una vez allí, se dirigió a ellos les preguntó qué hacían "para inmediatamente, sin solución de continuidad, encañonarla", ante lo que ella salió corriendo, momento en el que el acusado le hizo dos disparos seguidos.

A continuación, como vio que la mujer aún respiraba, se aproximó y efectuó un nuevo disparo a quemarropa sobre la espalda, que le causó la muerte. Para el tribunal, "no existe prueba de que el acusado padeciese enfermedad, alteración psíquica o abuso de alcohol que fuese determinante o coadyuvante de su acción".

Por su parte, la defensa, que pedía la libre absolución para el condenado, informó a Europa Press de que posiblemente recurrirá la sentencia en cuanto a la pena por el maltrato habitual.

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