Actualizado 22/04/2008 20:05

Confirman que las heridas de la muerta encontrada en un contenedor de Reus (Tarragona) en 2005 se hicieron en vida

Las pruebas forenses desmontan la versión del acusado del crimen


TARRAGONA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los forenses confirmaron hoy que las heridas de la mujer hallada muerta en julio de 2005 en un contenedor de Reus (Tarragona) se hicieron en vida, lo que desmonta la versión declarada por el acusado de su asesinato.

Miguel Ángel M.A. afirmó sobre el origen de las heridas que presentaba Mercedes P.V. en su cuerpo que los golpes se debieron producir al arrastrar el cadáver desde su casa al contenedor. También concretó que una señal en el cuello de la víctima podría deberse a la presión de un anillo de sello que llevaba él, contra la garganta de la chica.

Los forenses afirmaron que las contusiones que presentaba la mujer fueron realizadas "en vida" y respecto a la herida del cuello señalaron que se trataba de una herida "intimidatoria" realizada con un objeto punzante, contradiciendo así la versión que dio el acusado.

Para la defensa, ejercida por el letrado Aitor Macías, aún queda la posibilidad de duda, dado que los peritos señalaron que, tras la muerte, hay media hora en las que las heridas aún pueden mostrar signos de vitalidad en un examen.

Macías sostuvo que, "si científicamente no se puede demostrar que las lesiones fueron claramente antes de la muerte, podría ser que fueran después. Por ello, recalcó que "a efectos jurídicos no tendría repercusión este hecho".

MUERTA POR ASFIXIA.

Para la acusación particular, a cargo de Josep Maria Santos, las lesiones intimidatorias en el cuello de Mercedes refuerzan la idea de que el acusado la agredió "con puñetazos y mordiscos" para mantener relaciones sexuales con ella, dado que el estado de embriaguez en el que estaba no le permitía defenderse. Una vez conseguido, la mató. Los forenses ratificaron que la mujer murió "por asfixia" con una presión ejercida con una sola mano.

Por su parte, los médicos pusieron en duda el alto consumo de cocaína, de cerca de dos gramos, que ayer declaró el acusado haber consumido la noche de los hechos. Según los análisis, los tests no reflejaban consumo elevado en los tres días anteriores a la realización de las pruebas. Sin embargo, los hechos sucedieron la noche del 10 al 11 de junio de 2005 y el acusado no fue detenido hasta tres días después.

Por otro lado, el odontólogo manifestó que las mordeduras que presentaba la víctima en varias partes del cuerpo eran profundas, "alguna mostraba hasta el premolar", indicó. Para él, estos mordiscos indican "cierto sadismo".

También durante la jornada de hoy declararon amigos y ex parejas de la mujer que coincidieron en señalar que, pese a ser confiada, no se iba a casa de desconocidos. En el terreno de las relaciones, sus ex parejas declararon que "jamás" mantuvieron una relación sadomasoquista, como apuntó en alguna ocasión la defensa al referirse a un supuesto "juego sexual" consentido entre ambos previo a la muerte.

La defensa quiere la absolución del acusado o como máximo que se le acuse de homicidio con una pena de dos años de cárcel que ya habría cumplido de forma provisional. Para el defensor, el crimen fue debido a un accidente por el estado etílico y de consumo de drogas del acusado.

La Fiscalía solicita 18 años de cárcel por asesinato y nueve más por agresión sexual. Entiende que la noche de los hechos, el acusado se aprovechó de la situación en la que estaba la víctima, la agredió, mantuvo relaciones con ella y finalmente la estranguló. La acusación particular eleva la petición por la agresión sexual a 12 años de prisión al entender que éste fue el móvil principal del agresor que llevó al posterior asesinato.

El juicio se espera que termine mañana en la Audiencia de Tarragona. Durante la jornada se proyectará el video de la reconstrucción de los hechos que se realizó durante la instrucción del caso a petición de la defensa y con la colaboración del acusado.