CÓRDOBA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los forenses que analizaron las heridas de Eva María Prieto, de 32 años, a la que supuestamente su ex pareja y primo hermano, Antonio Caballero, apuñaló más de 30 veces en su casa de Peñarroya (Córdoba), afirmaron hoy que ella sufrió una "agonía larga, estuvo viviendo su propia muerte, sufrió desde el principio de la agresión y se defendió ferozmente".
Durante la vista oral, los especialistas subrayaron que la intención del procesado, Antonio Caballero, era lesionarle la estructura del cuello, puesto que todas las heridas están localizadas en zonas muy próximas. Además, concretaron que la víctima "se tuvo que percatar de esa amenaza y se defendió ferozmente" puesto que tiene un gran número de heridas defensivas, mientras que las agresivas "eran poco penetrantes porque ella no se dejó", de lo que se deduce que hubo un gran forcejeo.
Según manifestaron los forenses, fueron cuatro las heridas determinantes en la muerte, una de las cuales se produjo en el tórax, afectó a una arteria próxima al corazón y debió ser una de las últimas, puesto que cuando el autor de los hechos "vio la gran cantidad de sangre que salía consideró que había conseguido lo que quería y dejó de apuñalarla".
Posteriormente, según los análisis de estos profesionales, la víctima se fue arrastrando desde la cocina de la casa, lugar donde comenzó la agresión, hasta la puerta de la calle, encontrándose en el límite de su vida, hasta que finalmente se desangró.
Por su parte, la psicóloga que le hizo diferentes pruebas de personalidad al acusado manifestó durante el juicio que él no es un enfermo mental y, aunque tiene rasgos convulsivos y de ansiedad, "no puede reaccionar ante una situación amenazante sin saber lo que hace", tal y como manifestó él durante su declaración en el día de ayer al afirmar que no era consciente. Además, añadió que en los test que se le realizó se obtuvo unos resultados bajos en sinceridad.
Finalmente, también acudió a declarar hoy un agente de la Guardia Civil de Torremocha del Campo (Guadalajara) donde se entregó el procesado. Éste manifestó que Antonio Caballero se presentó allí, sobre las 21,50 horas, "desorientado y con cortes en el brazo" diciendo que creía que había matado a su mujer porque le había apuñalado. Posteriormente, tras comprobar que lo que decía era cierto, se procedió a su detención.
El procesado está siendo juzgado por un tribunal popular desde ayer y se enfrenta a peticiones de condena de prisión por asesinato, que oscilan entre los 20 y los 22 años, según se refleja en las calificaciones provisionales de las cuatro acusaciones personadas en el caso, mientras que la defensa califica la muerte de Eva María Prieto como homicidio y pide que se condene por ello al acusado a 12 años de cárcel.
En concreto, tanto el fiscal como la acusación particular --que representa a los padres de la víctima-- y también el Estado y la Junta de Andalucía --que ejercen la acción popular-- coinciden en considerar que los hechos de los que se acusa a Caballero son constitutivos de un delito de asesinato, con la aplicación de la circunstancia de enseñamiento, entendiendo que también concurre la circunstancia mixta de parentesco como agravante.
Las divergencias entre la acusación particular, por un lado, y el fiscal, el Estado y la Junta, por otro, se producen a la hora de pedir la pena de prisión que entienden ajustada a la presunta comisión del asesinato por Caballero, así, mientras que la acusación particular pide que se condene al procesado a 22 años de cárcel, el resto de acusaciones coinciden en pedir 20 años.
El acusado ya fue condenado el pasado año, en sentencia firme por la Audiencia Provincial de Córdoba, a tres años y cinco meses de cárcel, por maltratar a su entonces pareja, Eva María, tiempo antes de supuestamente asesinarla, mientras vivieron juntos en Barcelona, donde mantuvieron una relación sentimental durante nueve años y tuvieron una hija en común, ahora de nueve años, viviendo también con ellos una hija de Eva María, ahora de 14 años, fruto de una relación anterior de ésta.
El juicio continuará mañana, a partir de las 10,00 horas, con la declaración de los testigos en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba.