Actualizado 24/04/2008 14:07

Ecologistas en Acción denuncia la futura construcción de un almacén individual para combustible gastado para Ascó I y II

La organización cree que es una medida para mantener el funcionamiento de las centrales en lugar de apostar por su cierre

MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

Ecologistas en Acción denunció hoy en un comunicado la futura construcción de un almacén temporal individual (ATI) para las centrales nucleares Ascó I y II, en Tarragona, para albergar el combustible gastado de ambas instalaciones, pese que estaba previsto por Gobierno la puesta en marcha de almacén temporal centralizado (ATC).

"La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), planea construir un almacén temporal individual (ATI) para las CC.NN. de Ascó I y II (Tarragona). De esta manera se reconoce el fracaso del sexto Plan General de Residuos Radioactivos, que establecía la disponibilidad de un ATC operativo antes del año 2011 para los residuos de alta actividad, dado que el proceso de emplazamiento voluntario no ha conducido a la obtención de ningún firme candidato", añade.

Según la organización, Enresa ha divulgado las bases del concurso para el diseño de los contenedores que permitan almacenar el combustible gastado de Ascó I y II, cuyo anuncio ha sido publicado en el BOE el 15 de abril de 2008, y bajo resolución con carácter de "urgente". La obra consiste en un almacén en seco para los residuos producidos en dicha central y debe estar operativo en febrero de 2011. Ecologistas realizará un seguimiento de todo el proceso administrativo, y presentará alegaciones al mismo, al igual que hizo en el caso del ATI de Trillo.

SATURACIÓN ENTRE 2013 Y 2015

"Si bien no es hasta el año 2013 cuando se prevé que se sature la piscina de almacenamiento del combustible gastado de Ascó I, salvo el hueco que se debe dejar por si fuera necesaria la extracción del combustible del núcleo en caso de emergencia", agrega.

En este sentido, explica que en caso de saturación de la piscina, la central debería dejar de funcionar si no encuentra una solución para poder seguir almacenando residuos radiactivos de alta actividad. Tras el grupo I de Ascó, se produciría la saturación de la piscina de combustible del grupo II en el año 2015.

"Ecologistas en Acción se opone a la dotación de un ATI para las centrales de Ascó I y II, más bajo los planes que Enresa arguye, ya que éstos son condición indispensable para garantizar la actividad de dichas instalaciones por unos cuantos años más, cuando todas las evidencias apuntan a que la mejor solución para dichas instalaciones pasa por su cierre y desmantelamiento", subraya.

Igualmente señala que, aunque corresponde a Enresa sufragar la financiación de la ejecución las obras, los titulares de las centrales deben hacerse cargo de la gestión de los residuos radiactivos desde abril de 2006, lo que exige aportar una cantidad en concepto de alquiler, sin que ésta pueda trasladarse a los clientes vía tarificación. A juicio de los ecologistas, la estrategia seguida por el momento por Enresa parece "exonerar" a los titulares de las centrales.

"FRACASO DEL ATC"

También advierte de que esta medida surge por el "fracaso" de la política de gestión de los residuos radiactivos que intentó poner en práctica el Gobierno en la pasada legislatura y que pretendía construir un ATC en algún emplazamiento con la aceptación voluntaria de los habitantes de la zona.

"El hecho es que en todos los lugares donde se especuló con la instalación se registró una fuerte oposición por parte de los vecinos, hecho que muy previsiblemente se repetirá en la legislatura que acabamos de inaugurar", argumenta.

En las especificaciones técnicas del concurso, según señala Ecologistas en Acción, Enresa contempla la construcción de tres contenedores modulares transportables de 150 tm métricos cada uno, levantados al aire libre sobre una losa de hormigón y dentro del recinto de la central. En ellos, se almacenarían los residuos de alta actividad en seco.

Se detalla, asimismo, que estos contendores deben ser de doble uso, para almacenamiento de los residuos en condiciones de seguridad por un periodo de como mínimo de 50 años y para su transporte.

También el emplazamiento habrá de contar con una grúa para levantar los pesados contenedores, que deberán estar lo suficiente espaciados para que la radiactividad no sea excesivamente alta entre ellos. Los contenedores deberán estar diseñados para disipar el calor que desprenden los residuos de alta actividad, mediante un sistema de refrigeración por inducción, conocido también como sistema de refrigeración pasivo.