El marido y el cuñado de la azafata asesinada en Porto do Son (La Coruña) pasarán hoy a disposición judicial

Prestarán declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de Noia (La Coruña)

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 18 enero 2008 10:54

LA CORUÑA, 18 (EUROPA PRESS)

El marido y el cuñado de la azafata viguesa María Elena Calzadilla, que fue asesinada en diciembre de 2005 cuando acudió a su vivienda de Porto do Son (La Coruña) a recoger ropa ante de emprender un viaje, pasarán a primera hora de hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Noia (La Coruña) para prestar declaración.

Así lo confirmaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil, quienes precisaron que el juez tomará declaración a los dos hombres, después de que ya lo hiciesen ayer en el cuartel de este cuerpo de seguridad en La Coruña.

En concreto, se trata del marido de la azafata fallecida, Ernesto M.B., de 40 años, y el cuñado, Marcos M.B., de 32 años, que permanecerán en el cuartel de Lonzas, en La Coruña, hasta que hoy sean trasladados en un furgón de la Guardia Civil a la localidad e Noia.

Ernesto M.B., que fue quien encontró a su mujer muerta el 5 de diciembre de 2005 con un golpe en la cabeza, fue arrestado el martes en O Porriño (Pontevedra), mientras que su hermano Marcos M.B. fue detenido el miércoles en Vigo.

Las detenciones fueron ordenadas por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Noia (La Coruña), que ha decretado secreto de sumario. Así, por el momento, fuentes próximas a la investigación, únicamente indicaron que los dos hombres están detenidos como "implicados" en el crimen.

CRIMEN.

La viguesa María Elena Calzadilla Eugui, de 40 años, apareció muerta con un golpe en la cabeza en su vivienda de Porto do Son, localidad coruñesa en la que tenía su segunda residencia. La mujer se había trasladado a su vivienda de Porto do Son por un motivo personal y su marido, Ernesto M.B., alertado por su tardanza, fue a buscarla y encontró el cadáver.

Aunque en un principio se barajaba el robo como el móvil del crimen, las investigaciones se centraron en el entorno de la víctima, ya que en la vivienda todo estaba en orden y no faltaba nada.

La fallecida salió la mañana de los hechos de su residencia en el barrio vigués de Presas, en la parroquia de Beade, hacia su residencia de veraneo para recoger alguna ropa de verano puesto que tenía pensado viajar estos días a las Islas Canarias. Ante la tardanza y, al no responder al teléfono, su marido se trasladó a Porto do Son, a donde llegó, según la Guardia Civil, sobre las 19.30 horas y se encontró con el cadáver.

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