MONTEVIDEO 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, se desmarcó ayer de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva aprobada por el Parlamento y vetó la iniciativa parcialmente, lo que evidencia su negativa a asuntos tales como la despenalización del aborto en los tres primeros meses de embarazo.
La decisión fue confirmada a los medios uruguayos por el ministro de Turismo, Héctor Lescano, quien también anunció que la titular de Salud Pública, María Julia Muñoz, se sumó al veto. La decisión sorprende a medias, ya que desde que se ratificó la ley se especuló con la posibilidad del 'no' de Vázquez, que ahora devuelve la pelota al Parlamento.
La norma se aprobó por 17 votos a favor y sólo trece en contra. Sin embargo, ahora los legisladores deberán reunir una mayoría de tres quintos en cada cámara si quieren levantar este obstáculo, algo 'a priori' bastante complicado, según informaciones de los medios uruguayos.
La respuesta de los diputados no se hizo esperar y varios de ellos criticaron la decisión del presidente. El diputado del Partido Independiente Iván Posada señaló que "el veto siempre deja siempre un gusto amargo" y en este caso representa la voluntad de una única persona. Otras voces, como la del miembro del Partido Nacional Miguel Asqueta, ven con buenos ojos la negativa, porque el presidente "cumplió con su palabra de hacer lo que la ética y la filosofía y la ciencia le decía".