BARCELONA 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Entre 120 y 200 vecinos de los barrios de Vallvidrera y Peu del Funicular de Barcelona se manifestaron a primera hora de esta mañana contra la inseguridad que provocan los jóvenes internos en dos centros juveniles de la zona desde hace algún tiempo. Los vecinos piden que los centros no estén masificados y aseguran que la mayor presencia policial no solucionará el problema.
Familias enteras y escolares se concentraron a las 8 de la mañana y durante media hora en la estación de Peu del Funicular de los Ferrocarrils de la Generalitat y cortaron la carretera de Vallvidrera, según explicó a Europa Press el presidente de la Asociación de Vecinos de Vallvidrera, Francesc Comulada.
El líder vecinal valoró "muy positivamente" la movilización y aseguró que habrá más si las conversaciones con la administración no mejoran. De hecho, las últimas reuniones han sido "nefastas", según él, aunque los poderes públicos han prometido mejoras en el Centro de Primera Acogida El Bosc y el Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) Vilana.
Comulada justificó la movilización porque la gente ya está "harta" de que menores inmigrantes no acompañados o delincuentes molesten, insulten, vejen o ataquen a vecinos de la zona. "La gente se siente acorralada y tiene miedo de salir de casa", explicó. "Queremos que la convivencia en el barrio sea como años atrás".
No obstante, para él, la solución no es policial, ya que la mayor presencia de Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra no ha mejorado demasiado la situación. Como ejemplo de ello, explicó que el sábado unos menores volvieron a vejar a una joven vecina.
Para los vecinos, la solución pasa por "desmasificar" los centros y no mezclar a jóvenes con problemáticas muy distintas.
El Ayuntamiento y la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) aseguran que el centro El Bosc ya ha trasladado algunos jóvenes drogadictos a un programa de tratamiento de la Diputación de Barcelona y otro grupo a otros centros.
El CRAE Vilana acoge a una media de 37 chicos de entre 14 y 18 años y algunos de ellos serán trasladados a otros centros "una vez se aprueben definitivamente algunos procesos de ordenación urbanística que están en trámite".