Actualizado 01/04/2008 19:58

Confapa ve gravísima la actuación de la Junta de Andalucía en la violación de Adra, eclipsada por el caso Mari Luz

SEVILLA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Padres de Alumnos Católicos (Confapa), Juan María del Pino, criticó hoy la actuación de la Consejería de Educación en el caso del niño de diez años que fue violado por compañeros del CEIP 'Nueva Andalucía' de Adra (Almería), y consideró que este asunto es "gravísimo" aunque "desgraciadamente, los trágicos sucesos relacionados con Mari Luz hayan restado relevancia al tema".

En declaraciones a Europa Press, Del Pino lamentó que la familia del estudiante agredido "se haya sentido desamparada por la administración, al permitir ésta que fuera la víctima, y no el agresor, el que se apartara del centro", y pidió "a toda la sociedad, empezando por los propios directores de colegios, actúen contundentemente ante estos casos".

A su juicio, "por el hecho de que estas violaciones sean cometidas por menores, sin que exista responsabilidad jurídica, no se puede mirar hacia otro lado", por lo que reclamó que se reflexione sobre el asunto y se "busque la responsabilidad a los padres de los agresores".

María Teresa S.B., la madre del niño de diez años que fue violado por compañeros del CEIP 'Nueva Andalucía' de Adra (Almería), amplió ayer la denuncia interpuesta contra los presuntos autores ante el Equipo de la Mujer y del Menor (Emune) de la Guardia Civil para intentar que la Fiscalía de Menores reabra la causa que, en principio, sólo imputó a único agresor de 13 años y, por tanto, sin responsabilidad penal.

Fuentes de la Comandancia en Almería confirmaron a Europa Press que ambos, madre y víctima, se personaron en el cuartel de Adra para facilitar más detalles de los hechos y acusar a otros tres compañeros --dos de 13 años y uno de 15 años-- que, según el relato del chico, le sujetaron, grabaron con el móvil y miraron mientras que el cuarto le penetraba analmente y, después de haberle obligado a practicarles sendas felaciones.

Los hechos sucedieron en horas no lectivas y fuera del recinto escolar días antes del pasado 21 de febrero cuando la dirección del colegio alertó a los progenitores de que su hijo había sufrido abusos sexuales, tras lo que interpusieron la denuncia.

Según el relato de la madre, los cuatro menores abordaron a la víctima a la salida de sus clases particulares y le instaron a acompañarles a una cabaña con el fin de recuperar la bicicleta que le habían sustraído.

Una vez en el recinto, lo tumbaron en un sofá, abusaron de él y mientras otro de los implicados le sujetaba para evitar el forcejeo durante la posterior violación y un tercero "se limitaba a mirar lo que hacía", el mayor, de 15 años de edad y por tanto con responsabilidad penal, lo grababa todo con el móvil. Además, amenazaron con repetir estos actos si no robaba dinero para ellos.

La víctima y un hermano menor, de tres años de edad, no acuden al colegio desde entonces --el pequeño ha sido recolocado en un centro de otro término municipal-- mientras que el agresor sobre el que recayó la denuncia fue expulsado durante unos días, si bien la Delegación provincial de Educación anunció que procederá a su traslado inmediato a otro colegio.