VALLADOLID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un informe emitido por el Instituto de Medicina Legal de Valladolid establece que la cuidadora María del Rosario R.D, imputada por la muerte de un bebé de seis meses ocurrida el día 11 de agosto de 2007, posee una capacidad intelectiva límite o dentro de lo que se califica como 'borderline'.
El informe obtenido tras la realización de la correspondiente prueba psicométrica establece, no obstante, que la acusada no presenta retraso mental porque su capacidad intelectual, cuyo cociente es de 75, cuando el intervalo está entre 68 y 82, no se encuentra significativamente alejada del promedio, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
"El análisis realizado sí entiende que con esa puntuación la imputada se sitúa en una categoría inferior a la población en cuanto a capacidad intelectual y que presenta algunas limitaciones cognitivas que le dificultan el funcionamiento intelectual. A nivel práctico, esta categoría se define y operativiza como límite o borderline", concluye el estudio, que no se pronuncia sin embargo sobre la imputabilidad o no de la niñera desde el punto de vista penal.
Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid, encargado del caso, dictó auto por el que se acuerda que la imputada deposite una fianza de 90.000 euros para garantizar posibles responsabilidades civiles, petición que no ha sido satisfecha ya que la aludida es insolvente.
El caso se tramita por el procedimiento de la Ley del Tribunal del Jurado, en cuyo marco se celebró recientemente una comparecencia en la que la acusación particular que representa a la madre del bebé calificó los hechos como un delito de asesinato, al concurrir en la conducta de la imputada la alevosía y el ensañamiento, y otro de maltrato continuado.
En ese mismo acto, el representante del Ministerio Fiscal calificó los hechos como un delito de homicidio, mientras que el letrado que ejerce la defensa solicitó el sobreseimiento de las actuaciones.
La acusada permanece en situación de prisión provisional desde el pasado día 4 de septiembre, fecha en la que el juez instructor dictó auto de imputación tras analizar el informe de autopsia y ver incompatible la versión de un posible zarandeo de la menor, en un posible intento por evitar que se atragantara al tomar la papilla, con las gravísimas lesiones que ésta presentaba en la cabeza.
Los hechos investigados hacen referencia a la muerte de la niña vallisoletana de seis meses ocurrida el 11 de agosto en el General Yagüe de Burgos, donde ingreso con politraumatismos en la cabeza y una hemorragia cerebral. La niña fue atendida a primera hora de la tarde del jueves, día 9 de agosto, en el Clínico Universitario de Valladolid y poco después, ante la falta de una UCI pediátrica, trasladada en helicóptero a su homólogo burgalés.
Las lesiones que presentaba la niña pusieron en alerta a los sanitarios, que más tarde y, tras un reconocimiento más en profundidad, rellenaron un informe protocolario ante la posibilidad de que se tratara de un caso de malos tratos en el ámbito familiar.