Actualizado 22/09/2008 14:38

La violencia impide a más de 300.000 menores acceder a la educación en Afganistán

Los talibán incendian colegios y atacan a alumnos y profesores, lo que ha provocado el cierre de 600 escuelas, sobre todo en el sur


MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Más de 300.000 menores afganos han tenido que dejar la escuela en 12 provincias debido a los altos índices de violencia que todavía caracterizan el día a día del país asiático, donde cientos de colegios han sido quemados y sus profesores y alumnos atacados, siendo las niñas el colectivo más afectado, ya que los talibán, que se oponen a la educación de las mujeres, amenazan a muchas para que no asistan a clase.

Es el caso de Zulaikha, de 14 años, una buena estudiante que este año ha tenido que dejar de ir a clase debido a los crecientes ataques contra los colegios, la inseguridad y las amenazas a alumnos y sus familias. "Quería ser médico y atender a los pobres y a la gente enferma", explicó la niña a la agencia de noticias de la ONU, IRIN, en las afueras de la ciudad de Kandahar.

Los talibán se oponen a que las mujeres asistan a la escuela y trabajen. Pero no sólo atentan contra las mujeres que quieren aprender, sino que ya se cuentan por miles los casos en los que han quemado colegios y asesinado a trabajadores de la educación, además de enviar cartas a los padres advirtiendo de que sus hijos no vayan a la escuela.

"No nos oponemos a la educación de nuestra hija, pero tampoco queremos que muera de camino a la escuela o que sus familiares mueran porque ella va al colegio", señaló el padre de Zulaikha, Abdul Rahman.

MÁS DE 600 COLEGIOS CERRADOS

Afganistán ha experimentado un importante progreso en la educación primaria y secundaria desde la caída de los talibán en el otoño de 2001. Al menos 3.500 colegios han sido construidos desde 2002 y cientos más ya están planificados. Más de seis millones de estudiantes, de los cuales un 30 por ciento son niñas, se han inscrito en 11.000 escuelas por todo el país, comparado con el millón de alumnos varones que asistían a clase en el año 2000, según cifras del Ministerio de Educación.

Sin embargo, el resurgir de la insurgencia talibán y el deterioro en la seguridad han colocado a los logros educativos que se habían conseguido bajo un gran riesgo. Así pues, más de 600 escuelas de primaria, secundaria, así como institutos, han cerrado, la mayoría de ellos en las provincias del sur, las más afectadas por la violencia.

"En 45 distritos de 12 provincias entre 610 y 620 colegios han sido cerrados", declaró a IRIN Hamid Elmi, portavoz del Ministerio, aunque añadió que las autoridades están realizando todos los esfuerzos posibles por conseguir reabrir algunos.

La mayoría de estos cierres han ocurrido en las cuatro provincias del sur --Helmand, Kandahar, Zabul y Urozgan--, donde el conflicto está teniendo más efecto que en ninguna otra parte del país. "Hasta el 80 por ciento de las escuelas están cerradas en estas provincias", subrayó Elmi.

En la región más afectada por la violencia, Helmand, únicamente 54 colegios, sobre todo para chicos, funcionan en la actualidad, a diferencia de los 223 que estaban abiertos en 2002, según revelan los datos del Ministerio de Educación, que indica que, por lo tanto, más de 300.000 estudiantes han sido privados de la enseñanza en un total de 12 provincias.

ATAQUES DE LOS TALIBÁN

Según el Ministerio, un total de 99 escuelas han sido atacadas, incendiadas o destruidas por asaltantes armados en lo que va de año, mientras que en todo 2007 se registraron 117 casos. Decenas de alumnos, algunos de siete años de edad, y profesores han sido muerto o resultado heridos por la insurgencia en los últimos dos años.

Hombres armados vinculados con los talibán cortaron las orejas a un profesor el pasado 14 de septiembre como signo de castigo por impartir clase y como advertencia para todos aquellos que apoyan la educación. Además, el pasado agosto insurgentes talibán atacaron un convoy de camiones que transportaban libros de texto de Kabul a la provincia de Kandahar e incendiaron decenas de miles de ejemplares.

Sin embargo, un portavoz de los talibán, Qari Yosuf Ahmadi, ha negado la implicación del grupo en los ataques contra los colegios y los estudiantes. "Nuestros muyahidines no han atacado escuelas ni escolares. Criminales, a los que el Gobierno no puede parar, son los que están llevando a cabo estos ataques", remarcó por teléfono Ahmadi en declaraciones a IRIN.

Pero el año pasado, la agencia de la ONU recibió una carta aparentemente enviada por los talibán en la que el grupo insurgente apoyaba los ataques tanto contra las escuelas como contra los alumnos. "Los talibán están atacando todo lo relacionado con la educación porque necesitan jóvenes iletrados que se unan a sus filas", señaló el portavoz del Ministerio de Educación.