Actualizado 05/06/2009 11:50

Día Medio Ambiente.- La ONU considera "clave" invertir en conservar los ecosistemas para reducir las emisiones de CO2

Seco de Palos
Oceana

MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El aumento de las inversiones dirigidas a la conservación, rehabilitación y gestión de los bosques, las turberas, los suelos y otros ecosistemas "clave" del Planeta podría reducir "considerablemente" las emisiones de gases causantes del efecto invernadero en el futuro, según se desprende del último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Este estudio, que trata sobre el potencial de los ecosistemas para enfrentarse al calentamiento global, insta a los países reunidos estos días en Bonn (Alemania), a que adopten un marco político "comprensivo", bajo la supervisión del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en Inglés).

"Decenas de miles de millones han sido invertidos en la captura y almacenamiento de dióxido de carbono en poderosas estaciones donde se entierra el gas bajo tierra o en el fondo del mar", explicó el director ejecutivo del programa, Achim Steiner.

En este sentido, el organismo subraya la necesidad "vital" de gestionar el carbono en los sistemas biológicos, con el objetivo de reducir las emisiones y maximizar el potencial de la naturaleza y la agricultura para combatir el problema medioambiental, "especialmente en los bosques tropicales y las turberas".

Asimismo, requiere que la política de mitigación climática esté guiada por científicos expertos en la materia, que deberán ser informados en todo momento de los costes y los beneficios alcanzados en de la administración del carbono.

Por otra parte, aunque los océanos son considerados por los cientifícos como el segundo contenedor más grande de gases nocivos del Planeta, tras la atmósfera, los científicos advierten de que esta capacidad es "finita y vulnerable".

En lo que respecta a los bosques tropicales, el informa señala que su nivel de deforestación global asciende a 14,8 millones de hectáreas al año (el tamaño de Bangladesh) y es el causante de una quinta parte de las emisiones globales totales, "más que todo lo que produce el sector del transporte".

Por este motivo, el organismo exige la reducción de un 50 por ciento de la desforestación para el 2050 y conseguir que se mantenga ese nivel hasta el 2100, a través de la mejora en las técnicas de tala, que pueden llegar a reducir hasta un 30 por ciento más de emisiones que la agricultura convencional.

EL SECTOR AGRÍCOLA, EL MÁS CAPACITADO

El sector agrícola es que acumula más experiencia en las reducciones de CO2, especialmente por la rotación del suelo y el uso de nutrientes naturales como compost o el estiércol. Gracias a ello, se logrará almacenar seis gigatones (Gt) de CO2 y dos de carbono cada año, hasta el 2030, que equivale a las emisiones corrientes que genera el sector agrícola.

En esta línea, el programa de la ONU recuerda que muchas de las prácticas de agricultura sostenible pueden ser implementadas con un coste casi nulo. El 70 por ciento de ese potencial podría llevarse a cabo en países desarrollados. "Si la comunidad internacional es capaz de asumir este reto, los ecosistemas del Planeta serán nuestros mejores aliados en la lucha contra el peligroso cambio climático", apuntó Steiner.