MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de WWF/Adena, Juan Carlos del Olmo, se mostró hoy "completamente en contra al trasvase del Ebro hacia las costas" porque supone "mantener la insostenibilidad", al tiempo que exigió que el nuevo ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, comparezca "públicamente" para informar a los ciudadanos sobre la fuga en la planta nuclear de Ascó.
En declaraciones a Europa Press Televisión tras la presentación hoy en Madrid de una campaña de WWF/Adena para promover el ahorro energético en los hogares, propuso una "solución razonable" al trasvase, como la "compra o adquisición derechos a los agricultores de la misma cuenca y no a los de fuera de ésta" como "a veces se ha planteado".
Asimismo, el secretario aseguró que "en último caso", se podría "traer el agua" en barcos desde el sur. Pero, "a fin de cuentas, no deja de ser un paradigma de la insostenibilidad del sistema", subrayó.
En cuanto al posicionamiento y las declaraciones respecto al trasvase a Barcelona de agua del Ebro de los presidentes de la Comunidad Valenciana y de la Región de Murcia, Del Olmo reconoció "no estar de acuerdo" con ellos porque cuando se habla de trasvase para estas dos comunidades es para "mantener un uso completamente insostenible" de crecimiento.
CONTRARIO A LA ENERGÍA NUCLEAR.
Por otro lado, el secretario general de WWF/ADENA afirmó que hay que "eliminar cuanto antes la energía nuclear", e "impulsar y caminar con paso firme hacia las energías renovables y las energías limpias".
Así, destacó la petición de Greenpeace de "cerrar cautelarmente" la Central Nuclear de Ascó I (Tarragona), de la que ayer se conoció que su titular dio al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) una estimación inferior del vertido al exterior de partículas metálicas de activación, en el suceso registrado el pasado mes de noviembre.
Del Olmo consideró que la organización Greenpeace tiene "toda la razón" en sus exigencias del cierre de la central, porque conoce "muy bien el funcionamiento y la historia de este tipo de centrales".
En este sentido, destacó que una central de este tipo además de tener "un coste enorme" supone "impresionantes problemas de gestión de los residuos" y un gran "riesgo ambiental, por mucho que las industrias eléctricas quieran convencer a la opinión pública que no existe", concluyó.