El alto precio de los fertilizantes es un agravante más para la crisis alimentaria

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 24 junio 2008 14:37

Subsidiar los fertilizantes podría ser la única salida para permitir un incremento significativo de la producción en el Tercer Mundo

MADRID, 24 Jun. (Reuters/EP) -

El fertilizante ha sido fundamental para impulsar la Revolución Verde y salvar a millones de personas de la inanición, pero está empezando a encarecerse hasta quedar lejos del alcance de muchos de los productores. Con el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la disminución de las existencias, el mundo necesita aumentar la producción, pero una de las otrora más abundantes materias primas, el fertilizante, se está volviendo escaso y costoso.

Se estima que un tercio de las proteínas consumidas por los humanos proceden indierectamente del fertilizante, de modo que el aumento de los precios y la escacez del momento suponen un elemento de presión más que actúa sobre el maltrecho sistema alimentario mundial.

"No se puede esperar una cosecha mayor si no usas fertilizante, pero el costo nos está matando", declaró a Reuters el productor filipino de arroz Jaime Tadeo, agregando que una bolsa de fertilizante ahora se vende por casi 1.800 pesos (unos 26 euros) en comparación con los menos de 1.000 pesos que costaba hace un año.

"Está totalmente fuera de control porque si los precios del petróleo siguen subiendo, los precios de los fertilizantes también aumentarán. Tengo miedo. Muchos de nosotros no podremos costearlo", agregó.

Los fertilizantes son como vitaminas para el suelo y se producen en tres tipos: nitrógeno, potasio y fosfato. Dado que algunos fertilizantes como el nitrógeno requieren de energía para producirse sufren directamente los efectos del aumento de los precios del petróleo, pero otros tipos simplemente están muy demandados, aunque los expertos dicen que la escasez no se debe a la falta de oferta.

El mes pasado, China acordó pagar más del triple de lo que pagó hace un año para hacerse con un cargamento del escaso potasio, provocando así un aumento del precio de las acciones de los fabricantes internacionales de fertilizantes a niveles récord.

China, el mayor mercado importador del mundo del nutriente, pagará de 650 a 670 dólares la tonelada (de 416 a 429 euros), según estiman los analistas. "Con la intensa presión sobre la producción mundial de alimentos y el contínuo crecimiento de la demanda de potasio, esta es la realidad de nuestra industria para el futuro inmediato", reconoció el director ejecutivo de Potash Corp de Canadá, el mayor productor del mundo, Bill Doyle.

INVERSIÓN INICIAL

El aumento de precios es una carga que pesa sobre granjeros ricos y pobres por igual, ya que representan una gran inversión inicial a pesar de los altos precios internacionales de los cultivos. Si todo sale bien, un granjero puede ganar 3 dólares por cada dólar invertido en fertilizante.

"Todos estamos esperando que la Madre Naturaleza coopere (...) porque corremos un gran riesgo", indicó Robert McLean, un granjero del cinturón de producción de grano de Canadá, mientras tiraba con un tractor de remolque una carga de canola --un tipo de aceite de colza-- cosechada el otoño pasado.

Los precios del fosfato aumentaron un 50 por ciento el año pasado, hasta los 570 dólares canadienses (unos 358 euros) por tonelada, indicó McLean. Los granjeros que esperaron hasta la primavera para comprar han tenido que desembolsar hasta 1.230 dólares canadienses (unos 773 euros) por tonelada, aseguró McLean.

"Estábamos recibiendo informes de que iba a subir un poco. Nadie esperaba que se duplicara. Es simple y llanamente horrible, creo que es una buena forma de expresarlo", dijo.

Con suficiente lluvia y calor, el fertilizante ayudará a los granjeros a lograr una producción que se venderá a precios históricos, pero un menor rendimiento tendría repercusiones el año próximo, cuando los productores tengan que comprar los fertilizantes y demás suministros.

REVOLUCION VERDE

Los fertilizantes están considerados fundamentales para la conocida como Revolución Ecológica de las últimas décadas gracias a la que los agricultores, especialmente de los países pobres, pudieron incrementar drásticamente el rendimiento de sus cultivos.

La Revolución Verde se profundizó en la década de 1940 y los fertilizantes inorgánicos recientemente desarrollados que han dejado obsoletos aditivos rudimentarios como el estiércol ayudaron a provocar una explosión en la producción de alimentos, salvando a países como India de la hambruna.

El uso mundial del fertilizante creció más de 11 veces. De unos 14,5 millones de toneladas en 1950 se pasó a utilizar 169,4 millones en 2007, mientras que la población creció de 2,500 a 6,600 millones en el planeta.

Sin embargo, ahora los altos precios de los fertilizantes y combustibles despierta la preocupación ante la posible pérdida de gran parte de las ganancias, aumentando la presión sobre todos los agricultores, pero especialmente sobre los del tercer mundo.

"Esto ha sido un problema significativo para el granjero de bajos ingresos", indicó Rajiv Shah, director del programa de desarrollo agrícola de la Fundación de Bill y Melinda Gates, organización que cuenta con extensos programas de asistencia en Africa.

IMPACTO EN EL TERCER MUNDO

Shah explicó que el uso del fertilizante es un desafío en Africa, donde los granjeros utilizan aproximadamente una décima parte de la cantidad de fertilizante que se aplica en países como Estados Unidos. Sin embargo, ahora los problemas están empeorando porque los agricultores se están viendo obligados a usar fertilizantes en cantidades mucho menores. También se están enfrentando a la escasez y lidiando con intermediarios sin escrúpulos que venden productos de mala calidad.

"Si este año no llueve, puedes perder todo lo cultivado y tu familia luchará por conseguir lo suficiente que comer", afirmó Shah en una entrevista telefónica.

En las sofocantes y extensas plantaciones de aceite de palma de Malasia, que producen uno de los aceites de cocina más importantes del tercer mundo, ya se está notando la falta de fertilizantes. "La escasez de fertilizante es un enorme problema," dijo Martin Bek-Nielsen, de United Plantations, quien ve como algo inevitable que algunos agricultores tengan que rebajar sus niveles de producción.

"La mayoría de las plantaciones no se recortarán, pero los pequeños productores que tienen fuentes limitadas verán reducidos sus ingresos. El impacto en el rendimiento no será inmediato, se sentirá aproximadamente en un año", agregó.

Algunos apuestan por mayores subsidios como solución para paliar los problemas de los agricultores pobres. Pedro Sanchez, del Earth Institute de la Universidad de Columbia, piensa que subsidiar los fertilizantes es el mejor modo de que un agricultor disminuya el impacto de unos precios "preocupantes".

"El modo en que se las están arreglando es recibiendo fertilizantes subsidiados y semillas mejoradas y básicamente están triplicando el rendimiento de sus cultivos alimenticios básicos como el maíz. Y están teniendo superávit", indicó

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