Actualizado 27/06/2014 10:07

11 millones de personas en Siria necesitan ayuda humanitaria

MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La secretaria general adjunta para asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Valerie Amos, ha elevado este jueves a 10,8 millones el número de personas que necesitan acceso a la ayuda humanitaria en Siria, lo que supone un incremento de 1,5 millones respecto a la cifra dada por el organismo internacional hace seis meses.

   En un comunicado presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Amos ha especificado que, de estas personas, 4,7 millones de ellas residen en zonas de difícil acceso debido al conflicto y a las trabas impuestas por el Gobierno y algunos de los grupos opositores armados presentes en el país.

   En su cuarta comparecencia desde la adopción de la resolución 2139 sobre el acceso de la ayuda humanitaria al país --una resolución que pedía a las partes en conflicto poner fin a sus ataques contra civiles y hacer todo lo posible para permitir la distribución de ayuda humanitaria-- Amos ha resaltado que "la violencia y los ataques contra civiles, así como los abusos de los Derechos Humanos, continúan siendo cometidos por todas las partes".

   "Ha habido numerosos ejemplos de ataques indiscriminados contra civiles en zonas densamente pobladas", ha apuntado, antes de poner como ejemplo el bombardeo por parte del Ejército de un campamento de refugiados en As Sarjah el 18 de junio, suceso que se saldó con la muerte de decenas de personas.

   "Esta misma mañana (por el jueves), al menos 17 civiles han muerto por el uso de barriles bomba en Alepo. Otros 15 civiles han muerto en bombardeos en varios barrios de Raqqa, que han tenido entre sus objetivos una instalación educativa y una biblioteca", ha detallado.

   Asimismo, ha afirmado que 241.000 personas continúan viviendo cercadas, sin ser capaces de abandonar sus comunidades ni acceder a la ayuda humanitaria que necesitan. "Desde mi última comparecencia, sólo 2.467 de estas personas, es decir, el uno por ciento, recibió la ayuda que necesitaba", ha recalcado.

   Por otra parte, Amos ha dicho que "en las últimas semanas, los ataques contra infraestructuras civiles por parte de los grupos opositores armados se han incrementado, lo que ha provocado daños significativos y cortes en la red hídrica en Alepo, Idleb y Deir Ezor".

   "En Alepo, un millón de personas quedó sin acceso a agua potable tras uno de estos ataques. En Deir Ezor, los combates y la negativa de estos grupos a permitir el acceso de la ayuda ha hecho que sea más difícil para las ONG realizar su trabajo en la zona", ha añadido.

   "Una vez más, recuerdo al Consejo de Seguridad que los ataques deliberados contra los civiles vulnerables supone un crimen de guerra. No puede haber justificación a este tipo de acciones. Obstruir deliberadamente la entega de ayuda y privar a los civiles del acceso a servicios esenciales es ilegal e inhumano", ha defendido.

   En este sentido, ha lamentado que alrededor de 60 trabajadores humanitarios hayan fallecido mientras realizaban su trabajo, si bien ha destacado que Naciones Unidas "permanece comprometida con el aumento de sus operaciones, a pesar del clima peligroso sobre el terreno". "Necesitamos aumentar las operaciones transfronterizas para hacer frente a las crecientes necesidades", ha argumentado.

EL CONFLICTO EN DATOS

   Desde el inicio de la ofensiva militar para aplastar las manifestaciones prodemocráticas que se iniciaron en marzo de 2011 en el país, alrededor de 150.000 personas han muerto, si bien organizaciones como el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos sitúan la cifra por encima de los 160.000 fallecidos.

   De acuerdo con los datos publicados por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), actualmente hay 2.887.585 sirios registrados como refugiados en los países vecinos, de los cuales más de un 1,1 millones se encuentran en Líbano, donde se teme que para finales de año haya 1,6 millones de sirios.

   Así, y teniendo en cuenta el número de desplazados internos, más del 40 por ciento de los habitantes de Siria se han visto obligados a salir del país o a abandonar sus hogares durante estos tres años de conflicto.

   El conflicto ha dejado, además de los muertos, más de 600.000 heridos, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha lamentado que los combates han hecho que el otrora "excelente sistema sanitario" del país prácticamente haya desaparecido en algunas zonas.

   Además, el pasado mes de octubre se detectó por primera vez desde 1999 el primer caso de polio en el país. Esto ha obligado a lanzar una campaña de inmunización entre los menores de cinco años tanto en Siria como en los países vecinos.

   La guerra civil ha provocado una grave crisis humanitaria tanto dentro de Siria como en los países vecinos, en especial en Líbano y Jordania, donde los refugiados representan ya en torno al 20 por ciento y el 10 por ciento de su población.

   Para hacerle frente, la ONU ha pedido 2.300 millones de dólares (1.656,6 millones de euros) para atender las necesidades dentro del país, de los que a finales de febrero, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, solo se habían recibido el ocho por ciento.

   Asimismo, ha reclamado 4.200 millones de dólares (3.025 millones de euros), de los que solo se habían recibido catorce por ciento, para atender las necesidades en la región ocasionadas por el conflicto sirio.

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