Beijing afirma que no tiene planes de abolir la pena de muerte

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 15 abril 2008 16:11

BEIJING, 15 Abr. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Débora Altit) -

China ha respondido al informe hecho público ayer por Amnistía Internacional (AI) sobre la pena de muerte en 2007 declarando que el país, número uno mundial en lo que a ejecuciones legales se refiere, no contempla acabar con la pena capital.

"Las condiciones en China no son las adecuadas para abolir la pena de muerte, y además (su desaparición) no sería apoyada por la mayoría del pueblo chino", declaró hoy en una rueda de prensa rutinaria la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu.

"Pero controlamos de forma estricta y cauta su uso, para asegurarnos de que sólo se emplea en una pequeña minoría entre los casos más graves", agregó Jiang.

El informe de Amnistía Internacional señala que China, como en anteriores ocasiones, vuelve a tener el dudoso honor de ocupar el primer puesto en la lista de los países que más ejecutan. La organización tiene constancia de al menos 470 muertes autorizadas por la Justicia china en el año 2007, lo que equivaldría a unas nueve muertes a la semana y algo así como la tercera parte de las ejecuciones llevadas a cabo en todo el mundo.

Pero en el país asiático los datos sobre el número de condenados a muerte son considerados un secreto de Estado (en la rueda de prensa de hoy, la portavoz del ministerio rechazó dar las cifras), por lo que AI usa como principal fuente de información las noticias publicadas en la prensa. La cifra real de ejecutados, según la organización, podría ascender hasta los 8.000 al año.

China reformó en 2007 su sistema legal para que todas las sentencias a muerte fueran revisadas en Beijing por el Tribunal Supremo y los presos disfrutaran de ciertas garantías legales.

Sin embargo, el país sigue teniendo tipificados más de 60 delitos susceptibles de ser castigados con la pena capital, entre los que se incluyen delitos económicos como la aceptación de sobornos, el tráfico de drogas o hasta el dar muerte a un oso panda, considerado un tesoro nacional.

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