Los biocombustibles satisfacen "la demanda comercial del Norte" a costa del hambre en el Sur

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 28 mayo 2008 18:55

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

Los principales cultivos de biocombustibles en el mundo reflejan una agricultura cuyo objetivo es "satisfacer la demanda comercial de los países del Norte" a costa de los intereses económicos de los países del Sur y de la seguridad alimentaria, según advirtió la coordinadora de la campaña 'Derecho a la alimentación' y responsable de Educación para el Desarrollo de PROSALUS, Carlota Merchán.

"No se están produciendo los biocombustibles para hacer llegar la energía eléctrica a las comunidades andinas, por ejemplo", explicó Merchán en rueda de prensa, celebrada en Madrid para presentar el informe 'Agrocombustibles. ¿Parte del problema o parte de la solución?', redactado por las organizaciones no gubernamentales que conforman la campaña: PROSALUS, Caritas Española, Veterinarios sin Fronteras e Ingeniería sin Fronteras.

Lo importante a la hora de analizar el impacto de la producción de biocombustibles, explicó, es determinar "a quién benefician". "El aumento de los precios del petróleo por parte de los países del 'eje del mal' hizo necesario buscar otros combustibles líquidos", y el resultado fue el fomento de unos biocombustibles "que benefician a las industrias del Norte y a los terratenientes del Sur, no a los pequeños productores", prosiguió. Estos agrocombustibles, añadió, proceden de "latifundios de monocultivo que no están en manos de pequeños productores, los cuales sólo participan como jornaleros mal pagados".

En todo caso, Merchán advirtió de que los cultivos de biocombustibles están sirviendo de "cortina de humo" para ocultar las "causas estructurales" de la actual crisis alimentaria mundial, ya que la actual producción de los agrocombustibles responde, sobre todo, a una agricultura que "se ha convertido en un instrumento para satisfacer la demanda comercial de los países del Norte". "La finalidad de la agricultura es el comercio, no la seguridad alimentaria", aseveró.

"NI BUENOS NI MALOS"

Por su parte, Julio Lumbreras, profesor de la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro de Ingeniería sin Fronteras, afirmó que "los biocombustibles no son buenos ni malos en sí mismos, depende de cómo y dónde se haga y a través de qué medios".

La producción de estos agrocombustibles tienen ciertas ventajas intrínsecas, como la posibilidad de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero o de óxido de azufre, de disminuir la dependencia energética, de restaurar zonas degradadas o de crear empleos, explicó.

No obstante, también presenta importantes defectos, como la exigencia de amplias superficies de terreno agrícola, el uso de fertilizantes, el consumo de recursos hídricos, "volatibilidad de los precios" por su dependencia de la evolución de los precios del petróleo y de las materias primas, las amenazas a la biodiversidad y la necesidad importantes inversiones iniciales para poner en marcha estos cultivos, que están "fuera del alcance para muchas organizaciones no gubernamentales y para los pequeños agricultores y las cooperativas".

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