Actualizado 10/02/2008 15:35

Canberra asegura que seguirá tomando imágenes de la caza de ballenas por parte de Japón


CANBERRA, 10 Feb. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Australia, Kevin Rudd, aseguró hoy que su país seguirá fotografiando a la flota japonesa que caza ballenas en el Océano Antártico, a pesar del aviso de Tokio de llevar a cabo una protesta diplomática por la dura postura australiana en el asunto.

Rudd afirmó que, aunque ambos países mantienen fuertes lazos económicos, diplomáticos y de seguridad, es importante que Australia se oponga a la caza anual de ballenas por parte del país asiático. Añadió que "no está bien llamar caza científica a la caza comercial". Por este motivo, Canberra ha enviado un buque con el objetivo de tomar imágenes de las prácticas de los balleneros asiáticos con vistas a un posible juicio internacional. Rudd opinó que éste "es el modo correcto de conseguir las pruebas".

Japón, por su parte, considera que esta práctica es una tradición cultural muy arraigada. A pesar de haber acordado una moratoria en la caza de ballenas en 1986, Tokio tiene permiso para llevar a cabo caza "científica" y planea cazar casi mil ballenas minke y jorobadas en la Antártida este verano.

Tokio enfureció el pasado jueves, cuando el ministro de Medio Ambiente australiano, Peter Garrett, publicó varias fotografías en las que, según él, aparecían una ballena minke y su ballenato siendo remolcadas por un buque japonés en aguas del Océano Antártico. La reacción de Japón fue amenazar con enviar una carta de protesta por las imágenes y los comentarios de Garrett, que afirmó sentirse "un poco enfermo" al ver las fotografías.

Por otro lado, el Instituto de Investigación de Cetáceos de Japón tildó la acción de Garrett de "propaganda emocional". Además, el director de la institución, Minoru Morimoto, explicó que los animales de la imagen no eran una ballena y su cría, sino una muestra aleatoria de la población de la ballena minke en la Antártida.

La encuesta publicada por el diario japonés 'Asahi Shimbun' refleja que en Japón hay un apoyo de un 65 por ciento a la caza de ballenas, así como a su consumo, un 56 por ciento, a pesar de las críticas de la comunidad internacional a esta actividad. El 21 por ciento de las 2.000 personas que respondieron a la ronda de preguntas se oponen a la caza, mientras que un 26 por ciento se opone a su consumo.