MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, pidió hoy al Gobierno armenio que suspenda las medidas de excepción que impuso el pasado 1 de marzo, garantice la libertad de prensa e inicie una investigación imparcial de los recientes incidentes violentos.
"El estado de excepción debería ser levantado en Armenia y se debería iniciar una investigación independiente, imparcial y transparente para aclarar lo que realmente pasó durante los enfrentamientos en Ereván entre la Policía y los manifestantes de la oposición el 1 de marzo", solicitó Hammarberg en un comunicado tras realizar una visita de tres días a Armenia.
Durante su visita se reunió con el presidente, Robert Kocharian; el primer ministro y presidente electo, Serzh Sargysan; el ministro de Asuntos Exteriores, Vartan Oskanian; el ministro de Justicia, Gevorg Danielyan; el fiscal general del Estado, Agvan G. Hovsepyan; y el director de la Policía.
Asimismo, mantuvo encuentros con el presidente de la Asamblea Nacional, Tigran Torosyan, y con representantes de distintos partidos políticos (incluidos los de la oposición), así como con el ex presidente y candidato a la Presidencia Levon Ter-Petrosian.
Además, Hammarberg visitó varios centros de detención y entrevistó a algunas personas arrestadas recientemente, pasó por varios hospitales y habló con policías y civiles que resultaron heridos en los disturbios.
También se entrevistó con el Defensor del Pueblo, Armen Harutiunian, con abogados, con representantes de medios de comunicación y ONG y con diplomáticos extranjeros y representantes de organizaciones internacionales y regionales en Ereván, la capital armenia.
Tras evaluar la situación, el comisario consideró que "la censura que se introdujo con el estado de excepción ha contribuido a (crear) rumores e inquietud entre la población sobre lo que estaba pasando, en un momento en que deberían haberse promovido medidas para recuperar la confianza. El hecho de que algunos medios de comunicación progubernamentales tendieran a demonizar a la oposición mientras los periódicos de la oposición estaban fuera de circulación no contribuía a (generar) un ambiente constructivo". Por ello, sugirió que se pusiese fin a las restricciones impuestas a los medios de comunicación y a la libertad de expresión.
Por otro lado, Hammarberg recordó que en los disturbios murieron siete civiles y un policía y que muchas otras personas resultaron heridas. "Es necesario aclarar lo que ocurrió realmente y lo que provocó el brote de violencia. Las dos partes describen los eventos de maneras muy distintas y es importante, también desde la perspectiva de los Derechos Humanos, que se determinen los hechos esenciales. Esto sólo puede hacerse a través de una investigación amplia que sea independiente, imparcial y transparente, y percibida como creíble por toda la población", señaló.
Aunque destacó que las personas que cometieron "actos violentos", tanto manifestantes como policías, deben asumir su responsabilidad, recalcó que no se debe detener y juzgar a quienes simplemente estuvieron presentes en las manifestaciones o expresaron opiniones contrarias al Gobierno. También exigió la puesta en libertad de los arrestados menores de 18 años.
El comisario subrayó la importancia de evitar cualquier trato no adecuado hacia los detenidos. Durante su estancia en Armenia, Hammarberg fue informado de casos de maltrato durante las detenciones, por lo que reiteró que es necesario respetar las normas que prohíben la tortura y el maltrato.
Por último, dio la bienvenida a la decisión del presidente armenio de revisar y levantar gradualmente las restricciones a los Derechos Humanos e hizo hincapié en la importancia de poner fin al estado de excepción.
