Condenan a diez años de cárcel a un hombre que abusó sexualmente de su hija en Terrassa (Barcelona)

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 16 julio 2008 20:22

BARCELONA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a diez años de prisión a un hombre que abusó sexualmente de su hija de 16 años en Terrassa. Además, deberá indemnizarla con 32.000 euros por las secuelas psíquicas y no podrá acercarse a menos de 1.000 metros o comunicarse con ella durante 19 años.

La sentencia explica que la madrugada del 22 de octubre de 2006, el procesado, Antonio M.A., de 42 años, y su hija, A.M.J. --que hoy cumplió 18 años--, regresaron a Terrassa en el coche de un familiar tras haber asistido a una boda en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

Entre las 3.15 y las 4.00 horas, se apearon en la avenida Barcelona de Terrassa para seguir el camino a pie y al ver que no se dirigían hacia casa, la joven preguntó a su padre a dónde iban y éste le dijo que se callara y que "iban a mantener relaciones sexuales". Ante la negativa de la chica, el hombre la agarró por la muñeca y la llevó a una riera que transcurre paralela a la avenida del Vallès.

Cuando se encontraron bajo el puente que une el barrio de Anglada con un centro comercial, la puso contra la pared, le arrancó la ropa, se desnudó y la violó, mientras su hija le pedía que parara y le decía que "eso no era normal". "Tú eres mi mujer, para mí no eres mi hija", le respondió el acusado.

Durante el juicio, la madre de A.M.J. explicó que esa mañana vio "muy triste" a su hija y no fue hasta dos días más tarde, cuando le contó lo ocurrido. Casi dos años después, la joven aún sufre ansiedad y tiene dificultades para conciliar el sueño, así como para hablar de lo sucedido a causa del trauma.

Antonio M.A. fue detenido el 26 de octubre e ingresó en prisión de forma preventiva, desde donde envió una carta a su hija en la que, para poder salir de la cárcel, le pidió que dijera al juez que lo había denunciado porque estaba enfadada. Para el tribunal, la misiva demuestra un sentimiento de culpabilidad aunque, durante la vista, no se mostró arrepentido.

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