Asociaciones de inmigrantes respaldan esta norma que consideran una "herramienta" para formar parte de la sociedad
VALENCIA, 27 Nov. (OTR/PRESS) -
Las Cortes Valencianas aprobaron este miércoles la ley de Integración de las Personas Inmigrantes, primera norma que incorpora en España el denominado 'contrato o compromiso de integración', con los votos a favor del PP y en contra de la oposición, que consideró que este texto "no aporta nada en el ámbito jurídico", "pierde la oportunidad" de fomentar políticas de acogida y que conduce a la "xenofobia y al racismo". Sin embargo, tal y como señaló el PP en el debate en el pleno esta norma está respaldada por más de un centenar de asociaciones de inmigrantes, que hoy asistieron a presentar el debate y que, señalaron que la norma será una "herramienta" para formar a parte de la sociedad.
La polémica con la nueva ley se centra en el 'compromiso de integración' que se incluye en la ley y que supone la voluntad de cumplir ciertas reglas de convivencia democrática, según explicó en su momento el titular de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, impulsor de la norma.
Así, los extranjeros que decidan vivir en la Comunidad Valenciana, deberán integrarse en la cultura española y valenciana, tener nociones de castellano y valenciano, formación laboral, entre otras, para lo cual el gobierno valenciano pondrá diversos medios a disposición de los inmigrantes para mantener y dar a conocer nuestra cultura.
Este nuevo texto no cuenta con el apoyo de los partidos de la oposición. De hecho, durante el debate en el pleno, la diputada socialista Nuria Espí aseguró que este compromiso de integración es "grotesco" y una "auténtica barbaridad", ya que en cuestión de acogida e integración "hay que poner los mecanismos" para que la persona inmigrante "encuentre facilidades". Esto debe realizarse a través de los Ayuntamientos, apuntó. Espí indicó al PP y al Consell que si creen que "están haciendo una buena obra, se están equivocando porque no están reglamentando para facilitar la convivencia" y cuando dentro de un tiempo "nos preguntemos por qué ha ocurrido un conflicto en algún barrio, dijo, "recordaré las maravillas de esta Ley", concluyó.
De la misma manera, la síndica de Compromís, Mónica Oltra, se refirió a este compromiso y apuntó que la idea del contrato, que luego se convirtió en "compromiso", lanza un mensaje "negativo" a la sociedad de "etocentrismo y de superioridad" y, además, la firma de un "compromiso" por parte del inmigrante "no garantiza que luego no vaya a ser discriminado", advirtió. En este sentido, consideró necesario que el debate sobre la inmigración se estructure alrededor de los derechos de los derechos de los inmigrantes y no de los contratos, "que son muy mediáticos pero no efectivos".
A estas críticas contestó el parlamentario popular Eduardo Ovejero asegurando que los ciudadanos se preguntan qué valores morales y normas de comportamiento deben exigirse a las persona inmigrantes y las respuesta son, según apuntó, son los principios del Estado de Derecho. Así, manifestó que la integración exige un "compromiso mutuo" entre la sociedad valenciana y los inmigrantes. En este sentido, Oltra afirmó que en el PP "confunden" la integración con la asunción de sus valores morales. En este sentido, apuntó que las costumbres y los valores morales "no son lo mismo" que los derechos constitucionales. Por eso, acuso al PP de "querer asimilación" en lugar de integración. Los populatres indicaron, además que cuentan con el apoyo de más de un centenar de entidades de inmigrantes.
CRÍTICAS DE ASOCIACIONES
Y así lo han dicho los representantes de distintas asociaciones de inmigrantes que mostraron su respaldo a la Ley al considerara que es la "herramienta" que posibilitará a este colectivo formar parte de la sociedad valenciana. Miembros de estas entidades acudieron a la Cámara autonómica para seguir el debate de la ley y momentos antes de acceder a las Corts, la presidenta de la Asociación de Inmigrantes de los países del Este, Ángela Placsintar, se mostró "feliz" por la aprobación de la norma y aseguró que se trata de la "única herramienta para poder acercarnos e integrarnos de verdad en la sociedad española".
En este sentido, indicó que "sin conocer la lengua, y las costumbres del país de acogida no se puede hablar de verdadera integración", y señaló que "si vamos a construir juntos una sociedad, debemos entendernos y acercarnos, buscar caminos juntos y posibilidades para que los hijos de los inmigrantes no se sientan como tal sino como ciudadanos en su propio país".
Sin embargo, miembros de la Mesa d'Entitats de Solidaritat con los Inmigrantes se mostraron contrarios, dado que, según comentaron, "reduce derechos". Representantes de este colectivo, que criticaron que su opinión no se ha tenido en cuenta en la elaboración de este texto, se concentraron a la entrada del Parlamento valenciano, con la boca tapada con cinta aislante y con camisetas blancas en las que se mostraban diferentes letras que juntas conformaban la frase "Exigimos voz y voto'.
