MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El impacto de la crisis alimentaria mundial se ha hecho patente en Etiopía con una contundencia especial, particularmente sobre la población infantil de las regiones más empobrecidas del país africano, como Oromiya, donde Médicos sin Fronteras (MSF), ha comenzado a elaborar una estrategia a seguir después de los "alarmantes niveles de malnutrición" registrados entre los menores de cinco años.
Once de cada 100 niños del sur de Etiopía registran lo que se llama "malnutrición aguda severa" (SAM, por sus siglas en inglés). Su síntoma: una circunferencia de brazo inferior a los 11 centímetros, según la definición del Centro Nacional de Información Biotecnológica. Ante esta situación, MSF ha puesto en marcha tres clínicas --conocidas como centros de estabilización-- para aquellos niños con SAM que presentan complicaciones médicas debidas a su estado, como neumonía o anemia. Más de 430 niños se encuentran ingresados en estas instalaciones, presentes en las ciudades de Ropi, Senbete Shinquille, y Shashemene.
"Hemos hallado tasas muy altas de SAM en estos lugares, por lo que hemos puesto en marcha estas "intervenciones", según la representante de MSF-Grecia, Sally Stevenson. "Tenemos a otros 600 niños en estos programas".
Desde que la Comisión de Prevención y Preparación ante el Desastre Etíope (DDPC, por sus siglas en inglés) iniciara un estudio en 2000 sobre la presencia del SAM en la región, sólo se ha registrado en una sola ocasión, una tasa más alta que la actual. Fue en un asentamiento de refugiados en 2003, donde más del 15 por ciento de los niños estaba al borde de la muerte por malnutrición.
Como suele suceder en estos casos, la situación actual es resultado "de una combinación de factores entre los que se cuenta la falta de lluvia, la inseguridad alimentaria, y el aumento de los precios", citó Stevenson.
De su misma opinión son los voluntarios que trabajan en la zona, fuertemente afectada por la sequía, y por la escasez de alimentos esenciales derivada del alza de precios, por la que algunos cereales han incrementado su precio en un 90 por ciento desde septiembre, según la agencia de información de Naciones Unidas, IRIN. Así, el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Bjorn Ljungqvist, ha destacado la "falta de medidas preventivas" para atajar estos factores críticos, y como consecuencia el "aumento del riesgo para la supervivencia infantil" en Etiopía.
En total, de los 3,4 millones de habitantes de la región, 126.000 niños se encuentran en necesidad "urgente" de tratamiento médico. Una pequeña parte de los más de seis millones que se encuentran en peligro de sufrir el SAM en todo el país, según los datos divulgados en el informe de UNICEF, "Estado de los niños del mundo 2008", que destacó no obstante, el "éxito dramático" que significó el descenso de un 40 por ciento de la mortalidad infantil en el país, desde 1990 a 2006. No obstante, la situación actual podría echar por tierra estos avances.
MALNUTRICIÓN AGUDA SEVERA
"Estuve en la zona de Serrano el pasado día 19 de mayo, y me encontré con niños severamente mal nutridos" apuntó el director de la ONG local Iniciativa Centro para el Desarrollo. "Uno de los niños se murió antes de que abandonara el lugar", añadió. El recinto era el hospital general de Sheshamente, que en las últimas tres semanas ha admitido a 40 niños afectados de SAM y otras complicaciones, que han dejado ya 16 víctimas.
Otra organización local, Concern Worldwide, ha descubierto que los residentes de algunas comunidades aisladas en el sur de Etiopía se han visto obligados a comerse las semillas que tenían destinadas a plantar en el suelo. El único cultivo que logra desarrollarse es el del "enset", una planta parecida al banano. "Su raíz --cita la agencia en un informe del pasado 26 de mayo-- suele servir para hacer pan, o gachas; y si bien puede parecer más saludable que las semillas, el enset no contiene los nutrientes que necesita la gente para sobrevivir".
En otras zonas, el maíz y las judías se han podrido por el calor. "Las hojas de café, los eucaliptos se vuelven de color plata al sol ardiente", añadió el documento de Concern. "Algunos agricultores ya están replantando, con la esperanza de que las lluvias del 'Mahar' no les decepcionen tanto como las del 'Belg' (temporada corta de lluvias, de febrero a mayo).
RECURSOS INADECUADOS
En 2004, las autoridades etíopes y las agencias humanitarias intentaron poner en marcha una estrategia para proporcionar alimentos suplementarios a los 5,8 millones de niños menores de cinco años y a 1,6 millones de madres en 10 regiones de un país. El plan fue un fracaso y ha repercutido seriamente en la realidad actual.
"Las familias no pudieron dar la comida suficiente a sus niños, que acabaron desarrollando el SAM", explicó Bjorn. La situación está afectada por la falta de recursos, por ejemplo las 38.000 toneladas de maíz que sigue esperando el Programa Mundial de Alimentos (PAM) para programas alimentarios adicionales.
UNICEF, por su parte, ha solicitado una cantidad aproximada de 20 millones de dólares sólo para atajar emergencias nutricionales. Sólo ha recibido hasta el momento un cinco por ciento de esta cantidad. "La escasez de los recursos está complicando la capacidad de la comunidad humanitaria para responder en su totalidad a la crisis actual, incluyendo la necesidad de contratar personal más cualificado", explicó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) en un comunicado. "Naciones Unidas y las ONG anticipan un deterioro de la situación si no se permite la disposición inmediata de los medios requeridos para desempeñar estas intervenciones", añadió.
Finalmente, el subsecretario de la ONU para Ayuda de Emergencia, John Holmes, mostró su "profunda preocupación sobre la seguridad alimentaria en Etiopía, y el consecuente aumento de niños mal nutridos como consecuencia de la actual sequía", solicitando "la rápida ampliación de los recursos, en especial alimentarios y nutricionales, tras el aumento de los precios globales de la comida".