Declarado culpable el hombre acusado de asesinar a cuchillazos a su cuñado en Barcelona

BARCELONA 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal popular declaró hoy culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento al hombre que esta semana fue juzgado en la Audiencia de Barcelona acusado de matar a cuchillazos a su cuñado en la capital catalana después de que la víctima se negara a ayudarle económicamente.

Tras la lectura del veredicto, la Fiscalía y la acusación particular mantuvieron su petición de 25 años de cárcel y que, además, se condene al procesado a indemnizar con 120.000 euros a la esposa de la víctima y con 90.000 euros a cada uno de los dos hijos del fallecido.

La defensa, que desde el principio pidió la libre absolución del acusado y no propuso una pena subsidiaria, solicitó al magistrado presidente que, a la hora de dictar sentencia, tenga en cuenta que los miembros del tribunal popular no emitieron un veredicto por unanimidad.

El jurado declaró probado que el procesado, Sergey S., de 29 años y nacionalidad rusa, llegó a España a finales de 2002 y fue acogido por su hermana, Tatiana Z., en el piso en el que vivía con su compañero sentimental, Manuel A.P., de 50 años. Las relaciones entre la pareja y el acusado empezaron a "enturbiarse paulatinamente", hasta que, en mayo de 2005, le invitaron a marcharse.

El 10 de septiembre de 2005, Tatiana Z. viajó a Rusia para visitar a sus familiares y a un hijo de una relación anterior. En las mismas fechas, el acusado también quiso regresar a su país en bicicleta --a causa de su precaria situación económica--, pero en la frontera de La Jonquera (Girona) no le dejaron salir del país por falta de documentación.

Entre las 7 y las 8.15 de la mañana del 6 de octubre, Sergey S. regresó a casa de su hermana sabiendo que allí sólo encontraría a Manuel A.P., a quien pidió ayuda económica. Cuando éste se negó, los dos hombres se enzarzaron en una discusion que finalizó cuando el acusado propinó 40 puñaladas a su cuñado con un cuchillo de grandes dimensiones.

Después, escondió el cadáver bajo una cama del piso, limpió las manchas de sangre y abandonó el domicilio. Los Mossos d'Esquadra encontraron el cuerpo pocos días después, cuando acudieron a la vivienda alertados por los compañeros de trabajo de la víctima, que trabajaba como camarero en el conocido restaurante Botafumeiro, en el barrio de Gràcia.