Actualizado 30/05/2008 14:09

Decretan prisión para 23 de los detenidos en Málaga por estafar con cartas nigerianas

MÁLAGA, 30 May. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga, en funciones de guardia ayer, decretó prisión para un total de 23 de los detenidos en relación con la presunta estafa internacional a través del método conocido como las cartas nigerianas, según informaron hoy a Europa Press fuentes judiciales.

El juzgado tomó declaración y decidió sobre 24 de los 53 detenidos y ordenó el ingreso en prisión de la mayoría por los delitos de falsedad en documento, estafa y asociación ilícita, según indicaron las fuentes, quienes precisaron que sólo una persona de las que pasó a disposición judicial ayer quedó en libertad, pero imputada por los mismos cargos.

Así, el Juzgado de Instrucción número 13 de la capital, que hoy está en funciones de guardia, tiene previsto tomar declaración a los otros 29 detenidos en esta operación policial desarrollada en Málaga el pasado martes, en la que se realizaron 62 registros --19 en domicilios y 34 en locutorios--, en los que se intervinieron más de 100.000 cartas, algunas listas para enviar.

Más de 250 agentes, coordinados por la Unidad Central de Delincuencia Económica y fiscal y bajo la dirección de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, llevaron a cabo esta operación. El Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid es el que asumió las competencias para la instrucción del caso.

Según las denuncias, hay 1.500 víctimas a las que habrían estafado unos 27 millones de euros, lo que supone sólo un 10 por ciento de lo que los investigadores estiman como fraude real sin denunciar, que podría superar los 250 millones de euros. Las denuncias indican que cada víctima habría pagado entre 900 euros y 90.000 euros por diversos conceptos, aunque la media sería de 18.000 euros.

Los miembros de la red enviaban presuntamente cada día 25.000 misivas sobre todo a países nórdicos, de la UE y a los Estados Unidos. El 'modus operandi' de estas bandas consiste en un envío masivo de comunicaciones postales tradicionales o electrónicas desde España al resto del mundo, en las que se informa a los destinatarios de que han sido elegidos para un sorteo de lotería española y agraciados con "una elevada cantidad de dinero".

Se les facilita a las víctimas el número de teléfono al que tendrán que llamar si quieren recibir el premio, que oscila entre los 60.000 y los tres millones de euros, recibiendo además todo tipo de documentos falsos presuntamente emitidos por organismos públicos españoles, entidades bancarias y compañías de seguros. Luego, piden a los afectados que rellenen un formulario en el que solicitan los datos bancarios.

Cuando la víctima está totalmente convencida, se le solicita que se envíen varias cantidades de dinero, cuya cuantía dependerá del grado de inocencia y solvencia que los delincuentes descubran o intuyan en las víctimas. Estos abonos se argumentan en la existencia de impuestos, gastos de custodia, gestión y emisión de certificaciones previas a la entrega del premio obtenido. Al no llegar el premio, la víctima descubre la estafa.