MIAMI (FLORIDA, EEUU), 11 (Reuters/EP)
Las asociaciones defensoras de los Derechos Humanos han visto en el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, una oportunidad para avanzar en el cierre de Guantánamo y, por ello, cinco organizaciones pidieron a los gobiernos europeos que acepten a los prisioneros que no puedan ser repatriados a sus países de origen por miedo a la represión y un sexto grupo instó al político demócrata a cerrar el centro penitenciario el mismo día en que tome posesión.
Durante su campaña, Obama siempre ha criticado esta controvertida cárcel y, con los comicios ya ganados, las asociaciones han repetido sus peticiones. En declaraciones al diario 'The New York Times', la Unión Americana de Libertades Civiles insistió en que el nuevo Gobierno debe asegurar desde el "día uno" la "Constitución y los principios con los que América fue fundada". "Devuélvenos la América en la que creemos", sentenciaron.
En Guantánamo permanecen retenidos actualmente 255 reos y, desde 2002, unos 750 han pasado por sus instalaciones, criticadas ampliamente por la comunidad internacional. Entre ellos figuran medio centenar de presos que Estados Unidos ya ha dicho que no repatriará por miedo a que sean torturados o perseguidos en sus países de origen, como China, Libia, Rusia, Túnez o Uzbekistán.
Por ello, cinco grupos de Derechos Humanos unieron ayer fuerzas en una llamada conjunta lanzada desde Berlín y que repite un llamamiento a los gobiernos europeos. Quieren que ofrezcan garantías humanitarias a estos presos para "ayudar a terminar la terrible experiencia de un individuo cuyos derechos han sido violados ilegalmente y colaborar en el fin del escándalo de los Derechos Humanos que es Guantánamo", según explicó el representante de Amnistía Internacional Daniel Gorevan.
A esta ONG se añaden el Centro para los Derechos Constitucionales, Human Rights Watch, Reprieve (Indulto, en español) y la Federación Internacional para los Derechos Humanos. A juicio del abogado Cori Crider, de Reprieve, "ésta es una oportunidad clave para ambos lados del Atlántico de olvidar los actos equivocados de la guerra del terror: rendición, detenciones secretas y tortura".