MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los cuidadores a personas dependientes son los profesionales sanitarios más sometidos a estrés debido al contacto continuo con estos pacientes y al grado de discapacidad y el propio estrés que, en muchos casos, presentan los pacientes a quienes atienden, afirmó el presidente de la Asociación Europea de Psiquiatría Social, el profesor Francisco Alonso Fernández, durante el II Congreso Europeo de Pacientes, Innovación y Tecnologías que se está celebrando estos días en Madrid.
Según este experto, el tratamiento y cuidado de enfermos en situación crítica favorece las situaciones de estrés, de ahí que en los profesionales de urgencias y los dedicados a la atención de pacientes oncológicos también lo padezcan. "Los enfermos agudos no están en condiciones de ofrecer una gratificación ante el cuidado que reciben, y esto algo muy agradecido por todo profesional sanitario".
Además, en el caso de los pacientes dependientes --que suelen presentar una media de cuatro enfermedades-- el cuidador debe hacer frente al contacto continuo con ellos y al grado de estrés que el propio paciente puede presentar. De hecho, Alonso aseguró que el 80 por ciento de los enfermos graves padecen estrés de los que, en el 80 por ciento de los casos, está producido por fantasías y temores en torno a lo que les va a ocurrir.
El estrés imaginativo del paciente viene derivado del sufrimiento de la enfermedad y de los cambios que creen por anticipado que va a experimentar su organismo, lo que conlleva un cambio de personalidad que les puede hacer caer en la soledad o la dificultad en las relaciones personales. Además, puede inducirles a problemas coronarios o a la disminución de la actividad del sistema inmunológico.
En estos casos, la asistencia que se les ofrezca debe ser personalizada, algo que en ocasiones "se descuida porque no hay tiempo cuando, por contra, se debe dar prioridad a la escucha, la comprensión y la solidaridad". Pero igualmente, el cuidador debe disponer de una situación personal adecuada que les permita desconectar periódicamente de su trabajo.
"Normalmente, el estrés no es tan inevitable como parece, tan sólo basta con afrontarlo con sentido del humor, sin engrandecer las situaciones que nos preocupen y contando con un buen sistema de redes sociales --formado por los familiares y las amistades-- que permita compartir y hacer frente a las adversidades", explicó este experto.
RELACIÓN ESTRÉS-DEPRESIÓN
Según destacó el profesor Alonso, la mayoría de los cuidadores de los enfermos dependientes sufren una "importante sobrecarga de trabajo" que deriva en situaciones de estrés y ansiedad y, a su vez, en casos de depresión. Esto suele suceder, sobre todo, cuando los cuidadores se encargan de sus propios familiares, ya que "es más difícil adoptar hábitos de vida independientes".
De hecho, en estos casos es muy frecuente que cuando el enfermo tiene alguna complicación "se produzca un sentimiento de culpa en su cuidador". De hecho, es la principal causa de depresión a posteriori en estos cuidadores.
No obstante, para este experto las administraciones están teniendo en cuenta este trastorno como un problema de salud pública por sus graves consecuencias, dado que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado que en 2020 será la segunda causa de discapacidad en todo el mundo.
Igualmente, según señaló el diputado del Grupo Socialista Alberto Fidalgo, en España la Ley de Dependencia --con la que se prevén crear 300.000 nuevos empleos-- trata de proteger la situación laboral de los cuidadores, si bien reconoció que el complejo desarrollo que conlleva la Ley con la implicación de todas las comunidades autónomas hace que "no se estén cumpliendo todas las expectativas que había creado".
Por su parte, la secretaria del Patronato de la Fundación Tecnología y Salud, Margarita Alfonsel, defendió el papel que pueden jugar las nuevas tecnologías en la mejor atención de los dependientes y en el apoyo a la labor que realizan los cuidadores. De hecho, abogó por acelerar su implantación dado el aumento de los mayores de 60 años y de los enfermos crónicos en los próximos años, que "hará más necesario el desarrollo de las tecnologías sanitarias para que el paciente pueda valerse por si mismo".