BURGOS 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Agrupación Rural de la Guardia Civil pusieron hoy fin a la protesta iniciada por Greenpeace a las puertas de la central nuclear de Garoña (Burgos) cuando sobre las cuatro de la tarde desalojaron a los treinta activistas que permanecían encadenados desde las seis de la mañana a las puertas de acceso de la planta. Tras el desalojo, todos fueron detenidos, excepto ocho personas ocultas dentro del contenedor que la ONG utilizó para cerrar el paso.
Según informaron a Europa Press fuentes de la organización ecologista, a las 15.00 horas llegaron a la zona ocho todoterrenos y dos vehículos especiales con el objetivo de desalojar a todos los activistas. Cabe recordar que a las 6.00 horas unos 60 ecologistas consiguieron amarrar un contenedor de grandes dimensiones a la puerta de la planta con material para llevar a cabo una protesta que, según confirmaron a Europa Press, pretendían se prolongase durante días.
La subdelegada del Gobierno en la zona, Berta Tricio, explicó que se trataba de una concentración "no autorizada y no comunicada a la Subdelegación" que se estaba desarrollando de manera pacífica y sin afectar al funcionamiento de la planta, una tesis que comparte la compañía gestora, Nuclenor. Su director de comunicación, Antonio Cornadó, aseguró que Garoña estuvo funcionando con "total normalidad" desde el punto de vista operativo y de seguridad a lo largo de la jornada, con independencia de la protesta.
Por su parte, el responsable de la campaña contra las nucleares de Greenpeace, Carlos Bravo, manifestó en declaraciones a Europa Press que la intención de esta convocatoria es volver a exigir al gobierno de Zapatero que cumpla su compromiso de cerrar las centrales, en línea con lo proometido en campaña electoral por el PSOE.