MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno sudafricano anunció ayer que ya son 56 los muertos por la violencia contra los extranjeros de las últimas semanas, y que unas 650 han resultado heridas hasta el momento, informó la BBC en su edición digital.
El ministro de Seguridad, Charles Nqakula, declaró que 56 personas han muerto y más de 650 resultaron heridas hasta el momento. Addemás, más de 30.000 han sido desplazados de sus hogares, agregó el funcionario. Otras organizaciones aseguran que el número de desplazados es mayor, y que podría superar los 80.000.
Nqakula añadió que se han efectuado 1.300 arrestos y que se han establecido tribunales especiales para confrontar la situación. Las agencias de ayuda dicen que un número significativo de nacionales de Zimbabwe han estado partiendo para Zambia, mientras que otros van a Mozambique y Botswana.
Por otra parte, el domingo, el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, denunció la violencia antiinmigrante como una desgracia que ha mancillado el nombre de Sudáfrica y dirigiéndose a su país por televisión el domingo, dijo que los ataques eran los peores hechos de inhumanidad que Sudáfrica había experimentado tras el final del apartheid. Mbeki encabezó el lunes la reunión de un equipo de trabajo gubernamental para discutir la crisis. En declaraciones posteriores, Nqakula insistió que la situación "estaba bajo control".
También añadió que no hay información clara acerca de las etnias de aquellos que habían sido obligados a huir. Según el Centro para el Estudio de la Violencia y Reconciliación de Sudáfrica, hasta 100.000 africanos pueden haber sido desplazados por los brotes de xenofobia.
