Actualizado 27/06/2008 20:36

Los emprendedores del valle colombiano del Cauca

niños del valle
CODESPA


MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

Se llama Diego y es afrocolombiano. Vive en el departamento del Valle del Cauca, al oeste del país, y como la mayoría de sus vecinos ha dedicado gran parte de su vida a la producción de cacao. La región del Cauca se caracteriza por sus grandes contrastes sociales y por una marcada desigualdad.

El conflicto y la violencia que se vive en el país desde la segunda mitad del siglo XX han adquirido unas dimensiones fuertemente problemáticas en esta zona, mientras que la precaria integración nacional y la marginación de este departamento y de sus municipios han hecho prosperar unas estructuras de poder que han modificado la tenencia y el uso de la tierra: Miles de campesinos, como Diego, sólo tienen acceso a microminifundios que no logran generar el sustento necesario para mantener a sus familias.

En este escenario, Diego vivía hasta hace pocos años de la explotación de una pequeña parcela de tierra que le proporcionaba pequeñas cosechas de cacao que apenas podía vender en el mercado. Los ingresos generados por su venta ni siquiera le permitían llevar a sus tres hijos a la escuela.

La mayoría de sus vecinos se dedicaban también al cacao, pero no estaban organizados. Esto les obligaba a abaratar los precios de sus productos haciendo que muchas veces no obtuviesen apenas beneficio por su venta. La demanda era escasa y los agricultores del valle tenían que adaptarse a ella.

Sin embargo, desde hace cuatro años, gracias al trabajo conjunto de FUNDACIÓN CODESPA y de la ONG colombiana Vallenpaz, así como de Diego y el resto de campesinos de su comunidad, se han constituido 18 asociaciones de productores, se han diversificado sus productos y se han mejorado las técnicas de producción agrícolas. El objetivo: entrar en los mercados de forma competitiva y mejorar, por tanto, la calidad de vida de estos agricultores y sus familias.

Además del cacao, ahora Diego produce frutas tropicales de varios tipos e incluso, gracias a la construcción de una planta transformadora, ha comenzado a elaborar zumos naturales muy demandados en el país. Ilusionado, asegura que este proyecto le ha cambiado la vida. A sus hijos también, ahora ya pueden ir a la escuela.

Sensibilizada por la problemática que se vive en la región, CODESPA ha trabajado intensamente durante los últimos cuatro años para fomentar capacidades en los agricultores a través de la formación, el acceso a pequeños préstamos que les permitiesen invertir en sus negocios y apoyando la comercialización de sus productos en el mercado.

Hoy, este proyecto está dando fruto, cumpliendo no sólo con los objetivos económicos y técnicos establecidos, sino haciendo que sus beneficiarios, 800 campesinos como Diego, se apropien del mismo y se sientan parte activa de su proceso de desarrollo.

La delegación de la Comisión Europea en Colombia, parte financiadora del proyecto, ha sido testigo de la evolución de la iniciativa y ha comunicado a CODESPA su deseo de seguir trabajando juntos para "poder sistematizar y transferir adecuadamente a otras intervenciones que se realicen en el país".

No en vano, la fundación ha puesto en marcha la segunda fase de este proyecto con la que se pretende por un lado, consolidar el proceso social y económico llevado a cabo con las 400 familias iniciales y, por otro, ampliar la cobertura hasta 800, dado que durante la ejecución de la primera fase, más de 400 nuevos productores solicitaron su ingreso al proyecto.

Con la inclusión de estas 400 nuevas familias se estará atendiendo el 85% del potencial productivo de los seis municipios del norte del departamento del Cauca en los que trabaja la organización.

Diego será ahora parte activa en el proceso de desarrollo de su comunidad, poniendo al servicio de los nuevos agricultores incorporados al proyecto la formación adquirida en la fase previa. El objetivo es que, después de cuatro años, los 800 campesinos hayan logrado impulsar su propio desarrollo de forma autosuficiente.