MADRID 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las esposas de varios jefes de Estado africanos o, en su defecto, sus representantes, han formado un grupo de resolución de conflictos, la Red Africana de Mujeres Negociadoras de Paz, en intento de restaurar o fortalecer la paz en el continente.
El grupo se creó el pasado 15 de febrero en Brazzaville, la capital de Congo, con ocasión de la sexta conferencia de la Misión de Paz de Primeras Damas Africanas (MIPREDA, por sus siglas en francés), una iniciativa que surgió en Nigeria en 1997 para defender la paz, la estabilidad y la armonía en África. La esposa del presidente de Nigeria --Umaru Musa Yar'Adua--, Turai Yar'Adua, fue elegida para dirigir la organización.
La primera dama de Chad, Hinda Déby Itno, afirmó que "Brazzaville será el punto de inicio de la acción de las mujeres por la paz en el continente". "Al contrario que los hombres, que son los primeros en desencadenarlos, nosotras tenemos la oportunidad y los medios para extinguir todos estos caldos de cultivo de tensión y crisis en nuestro país", añadió.
Las primeras damas describieron lo que consideran una desalentadora situación en África y condenaron la violencia que sufren las mujeres y las niñas en los conflictos, especialmente en la región sudanesa de Darfur, en Somalia, en el este de República Democrática del Congo y recientemente también en Kenia y Chad.
Por su parte, la esposa del presidente de Congo --Denis Sassou Nguesso--, Antoine Sassou Nguesso, dijo que "en el comienzo del tercer milenio, es impactante ver que África sigue siendo la sede de la mayoría de los males que afectan a la humanidad. El más importante de estos males es la violencia ciega y la impunidad".
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, envió un mensaje a las primeras damas a través del representante residente del Programa de la ONU para el Desarrollo, Aurélien Agbenonci, en el que destacaba que el 65 por ciento del presupuesto de la ONU para el mantenimiento de la paz está destinado a África.
No obstante, la secretaria de Estado para la Familia de Bélgica, Gisèle Mandaila, lamentó que "África es uno de los conflictos olvidados, el más sangriento que ha conocido el mundo desde la Segunda Guerra Mundial". "Los datos hablan por sí solos; los civiles, la mayoría mujeres, pagan un alto precio por estos conflictos", agregó.