Actualizado 31/03/2008 20:23

Experta en genómica ve "viable y útil" crear un banco de datos de ADN de delincuentes violentos contra la reincidencia

MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

La creación de un banco de datos de ADN de condenados por delitos violentos, como asesinatos o violaciones, es "una opción técnicamente viable y útil" para evitar reincidencias, ya que bastaría con crear un "apartado específico para estos agresores" dentro de la base de perfiles genéticos de delincuentes en la que, desde el año pasado, trabajan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, según la doctora Rosario Cospedal, directora general de la compañía Genómica.

Cospedal, responsable del único laboratorio privado en España acreditado para realizar este análisis genético forense, explicó a Europa Press que la Ley Orgánica reguladora de la base de datos policial sobre identificadores obtenidos a partir del ADN, aprobada en el último trimestre del pasado año, faculta para crear el registro general de delincuentes y también el banco de datos de agresores que ha propuesto un grupo de expertos a la Generalitat de Cataluña.

La experta asegura que, aunque no hay plazos para la activación de este registro, cuerpos de seguridad como el de la Guardia Civil ya trabajaban en este proyecto el año pasado, antes de la aprobación de esta ley, y se han fijado como objetivo alcanzar, a final de 2008, un registro de 27.000 muestras de ADN.

"Cada vez que hay una detención, se toman muestras de ADN del delincuente y después se analiza para obtener un perfil genético que queda almacenado en la base de datos", comentó la responsable de Genómica, la empresa que ayuda a la Guardia Civil a obtener estos perfiles genéticos o genotipos, que sirven para identificar individuos de una forma más fiable que la huella dactilar.

No obstante, poner en marcha este registro necesita una importante inversión. Conseguir personal cualificado es lo más caro, ya que estos análisis sólo pueden ser realizados, en el ámbito privado, por Genómica y, a nivel público, por el Instituto de Toxicología de Barcelona y los laboratorios de la Guardia Civil y la Policía.