MILÁN, 28 Nov. (Reuters/EP) -
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido este lunes en un informe de que el aumento de la población, el cambio climático y la degradación de las tierras de cultivo y los acuíferos provocarán un aumento de la inseguridad alimentaria e impedirán el objetivo de acabar con todos los hambrientos para 2050.
Según estimaciones de la ONU, todos los países de la Tierra deben aumentar la producción de cereales hasta 1.000 millones de toneladas y producir 200 millones de toneladas más de productos de primera necesidad para alimentar a los 9.000 millones de personas que se estiman que podrían vivir en la tierra en 2050, desde los 7.000 millones actuales.
La FAO explicó que el aumento en la agricultura ha permitido en los últimos años alimentar a más familias, pero, en muchos casos, ha provocado la degradación del terreno y de los sistemas de agua de los que dependen la producción de comida.
El director de dicho organismo, Jacques Diouf, advirtió que "este sistema puede no ser capaz de contribuir a cubrir la demanda" de alimentos. "Las consecuencias en términos de hambre y pobreza son inaceptables. Las acciones para remediarlo deben adoptarse ya", señaló.
La escasez de agua está aumentando al igual que la salinización y la contaminación de los acuíferos, según el documento de la FAO. En muchos ríos del planeta, como el río Amarillo en China, el caudal se ha visto reducido y muchos lagos y mares interiores están disminuyendo sus niveles. En Europa y América del Norte, los humedales se han reducido a la mitad.
Ante el aumento de los enfrentamientos por la tierra y el agua para producir comida, desarrollar industrias y responder al crecimiento de las ciudades, la posibilidad de poder alimentar a todos los seres humanos se ha vuelto casi remota, según el informe de la FAO. Actualmente, 1.000 millones de personas pasan hambre.
El organismo de la ONU destaca en el documento que la producción de alimentos debe crecer a mayor ritmo que la población a través de mejoras en el aprovechamiento de las tierras cultivables, utilizando los terrenos y el agua de forma eficiente.
La FAO cita la agricultura de conservación, la deforestación agrícola o la inclusión de sistemas de irrigación mejorados como vías para aumentar la producción sin dañar las reservas de agua ni las tierras.
