El Gobierno de Rumanía prevé que la emigración de sus ciudadanos sufrirá un "importante parón" por la crisis económica

SEVILLA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de Rumanía para la Emigración Rumana en el Extranjero, Petre Roman, indicó este viernes que el Gobierno prevé que la llegada de ciudadanos rumanos a España sufrirá un "importante parón" ante la dificultad de encontrar un puesto de trabajo como consecuencia de la crisis económica.

En declaraciones a los periodistas, Roman, que se encuentra en Andalucía con la intención de conocer de primera mano las necesidades de sus compatriotas y animarlos a emprender el retorno a su país, afirmó que la emigración desde Rumanía a España "se frenará progresivamente".

De hecho, según apuntó, "ya lo está haciendo, y las razones son las dificultades que hallan para encontrar un puesto de trabajo con motivo de la crisis económica que existe a nivel mundial, por un lado, y la posibilidad que existe actualmente de encontrar un puesto de trabajo decente en Rumanía, por otro".

"Incluso muchos compatriotas que ya se encuentran en España y que sufren una situación de desempleo y carencia de recursos, aconsejan a los que quieren emigrar a España que no lo hagan porque aquí no hay trabajo para ellos", abundó.

Como contrapunto, en Rumanía la economía se encuentra en un "momento de crecimiento", según el Alto Comisionado. Concretamente, señaló que el año pasado creció un nueve por ciento y, por otro lado, la inversión extranjera desde 2005 hasta el momento ha sido de 35.000 millones de euros.

Este crecimiento económico precisa de mano de obra, sobre todo en el sector de la construcción, con la que el país no cuenta principalmente por la emigración de sus ciudadanos a otros países como España, donde hay actualmente más de 700.000 rumanos, o Italia.

Es por ello que el Gobierno de Rumanía ha emprendido una campaña para la promoción del retorno de sus ciudadanos, en la que se encuadra la visita de Petre Roman a España, el cual se ha entrevistado con el Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, así como otras autoridades políticas.

En Andalucía, después de Sevilla, se dirigirá a Málaga, Almería, deteniéndose especialmente en Roquetas de Mar --donde el Gobierno prevé poner en funcionamiento próximamente un consulado-- con el objetivo de conocer de primera mano cuáles son las necesidades e inquietudes de la población que se encuentra asentada en nuestra comunidad y animarlos al retorno a su país de origen para corregir el "déficit" existente en la mano de obra disponible.

Sin embargo, Roman no cree que "sean muchos los que finalmente vuelvan a Rumanía", porque para la mayoría de ellos la situación en España "es mejor, sobre todo, en cuanto al nivel de salarios y la existencia de infraestructuras", y en Rumanía "aún hay carencias", aunque, tal y como afirmó, gracias a los fondos europeos "se ha puesto en marcha una dinámica muy potente de modernización en el país".

No obstante, para impulsar el retorno, el Gobierno rumano se plantea promover una serie de incentivos que no sean "discriminatorios" con los ciudadanos residentes en Rumanía, como "relajar los impuestos establecidos para el retorno a su país de origen y facilitar los trámites burocráticos". En este sentido, recordó que el 30 de Noviembre se celebran elecciones generales en el país y se presume que el parlamento resultante apruebe proyectos de ley tendentes a solucionar estas dificultades.

LA IMAGEN DE LOS RUMANOS EN ESPAÑA

Por otro lado, Roman indicó que, a través de las opiniones recogidas directamente de sus compatriotas residentes en Andalucía, ha podido concluir que, en general, éstos se sienten "bien integrados" en la región y que, para ello, reciben ayuda de la población andaluza. El Alto comisionado calculó que en Andalucía se encuentran actualmente unos 100.000 rumanos, que se concentran especialmente en Almería y Málaga.

Sin embargo, reconoció que en España, aunque menos que en Italia, se ha dado un "problema" por la asociación directa que se hace de la inmigración de los países del Este de Europa con actos delincuencia perpetrados por algunos ciudadanos, sobre todo, de etnia gitana, lo cual "ha dañado la imagen que se tiene en España de los rumanos". Por ello, el Gobierno de Rumanía ha lanzado una campaña para mejorar este imagen que tiene como lema en nuestro país 'Hola, soy rumano: juntos hacemos un gran equipo'.