MADRID 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva, ha expresado su esperanza en que se pueda reducir el hambre en esta región, incidiendo en que el problema no es la falta de alimentos si no el acceso a los mismos.
Hay "una esperanza justificada de que la reducción del hambre en América Latina se pueda cumplir aunque en los últimos tres años lo hayamos perdido casi todo, ya que si logramos tener la institucionalidad del derecho humano a la alimentación como en los países desarrollados, podremos avanzar", aseveró, y subrayó que no es una cuestión de falta de alimentos porque "en América Latina sobran, es un problema de acceso".
Da Silva señaló que en la última conferencia de la FAO, que ocupa el número 35, se han tratado reformas para saber qué se puede mejorar en la organización y se ha redactado una lista de 200 puntos para realizarlas, desde reformas de estructuras hasta una reforma de presupuesto para integrar mejor el dinero de los donantes.
"La buena noticia es que en Centroamérica se ha reducido la cifra de personas malnutridas, de los 7,5 millones de personas en 2002 hasta los 5,4 millones en 2005, se ha producido un progreso sustantivo aunque sea la región más rezagada para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)", añadió.
También señaló que España es en la actualidad uno de los principales donantes de la FAO para América Latina y Caribe y financia siete programas, en el que destaca la iniciativa de América Latina y Caribe Sin Hambre, que comenzó en 2006. Aporta cerca de 20 millones de dólares de los aproximadamente 46 millones de presupuesto de los que dispone la oficina regional, informó el representante de esta agencia de la ONU.
En la rueda de prensa también se realizó la presentación del 'Recetario Internacional Chefs contra el Hambre', donde cocineros de España e Iberoamérica contribuyen a la lucha contra el hambre y con el objetivo de "recuperar productos que son originarios de Iberoamérica", señaló, y añadió que la patata, protagonista de este recetario, es el cuarto producto de consumo mundial después del trigo, el maíz y el arroz.
"Es originaria de Perú y Chile y estos países apenas consumen patatas", manifestó. "Un gran número de países ha dejado de incentivar la agricultura propia del país para importar esos productos de otros países desarrollados, porque les resulta más barato", señaló.
Da Silva puso el ejemplo de Haití, que en la década de 1970 era el exportador neto de arroz para todo el Caribe aunque hoy importa la mayor parte del arroz que consume y explicó que continuarán con la quinoa, el frijol y el choclo. "Intentamos recuperarlos y darlos un nivel de sofisticación", aseguró.
Asimismo, analizó la situación de la seguridad alimentaria y de la crisis alimentaria, y declaró que "hemos tenido 30 años de precios a la baja, aunque en los tres últimos años, estos precios han aumentado. El resultado es que la gente no puede comprar alimentos y los campesinos siguen siendo pobres".
"Hoy estamos peor que en junio, y en junio estábamos peor que hace dos años. Este año se sumaron 75 millones de hambrientos en el mundo, alcanzando un total de 923 millones", manifestó. "El hambre se podría reducir invirtiendo 30.000 millones anuales", algo que beneficiaría a los gobiernos "que gastan tres veces más paliando las pérdidas de vida y las enfermedades que se derivan del hambre", aseguró.
FALTA DE APOYO INTERNACIONAL
También manifestó que "una de las causas de la subida de precios es que los pobres están comiendo mejor, y esto es bueno, es lo que queremos (...), bajan las existencias y los precios suben". Señaló que era una cuestión vital incentivar la producción agrícola y recomponer los stocks y así los precios bajarían debido a la mayor producción, aunque, según Da Silva, no sucedió.
Mostró la falta de apoyo de la comunidad internacional al señalar que "no sólo no hemos logrado los recursos prometidos sino que cada vez tenemos más dificultades para lograr lo prometido, esperábamos una solidaridad internacional mayor con la cuestión de los alimentos y no se ha producido".
Por otra parte, el jefe de la Oficina de Información de la FAO para España y Andorra presentó su nueva página en Internet que tiene como objetivo el que sea un instrumento para los periodistas, así como el portal del Fondo Fiduciario España-FAO para América Latina y el Caribe, que constituyen nuevas herramientas sobre la problemática del hambre y que permitirán difundir las actividades que impulsa la FAO.