MANILA, 17 Nov. (Reuters/EP) -
Dos hombres armados y montados en una motocicleta asesinaron a primera hora de hoy a un locutor de radio justo después de que la víctima dejase a sus hijos en el colegio en el sur de Filipinas, según informó la Policía.
Areteo Padrigao es el cuarto periodista asesinado este año en el país, por lo que muchos grupos internacionales, incluido el neoyorquino Comité para la Protección de Periodistas, colocan a Filipinas como uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer la profesión. Desde el año 2001, han fallecido 59 reporteros en el país asiático.
"Aún estamos recopilando información para determinar el posible motivo del ataque", afirmó el superintendente Catalino Rodríguez, jefe de la Policía de la provincia de Misamis Oriental. "No queremos especular sobre si el asesinato tiene que ver con la profesión de la víctima", añadió.
Padrigao es el tercer locutor de la misma radio local que ha muerto asesinado este año en el país. Los perpetradores le dispararon varias veces en la cabeza y el cuerpo fuera de la verja que delimita la escuela de la localidad de Gingoog, en la isla sureña de Mindanao.
Las investigaciones sobre tráfico de drogas, juego, corrupción y otras actividades ilegales en las que hay autoridades involucradas suelen poner en peligro la vida de los periodistas en Filipinas. Además, la corrupción en los medios, con periodistas mal pagados que aceptan sobornos para contar historias, también hace que peligren sus vidas.
El Gobierno filipino, que tiene la presión de numerosos grupos de derechos humanos locales e internacionales por su fracaso a la hora de proteger a los cientos de periodistas y activistas de izquierdas muertos en los últimos siete años, ha prometido dar con los asesinos, aunque la realidad es que se han producido pocas detenciones.
