GINEBRA, 22 May. (Reuters/EP) -
La Alta Comisionada de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, dijo este jueves en el Consejo de este organismo para los Derechos Humanos que el aumento de los costes del maiz, el trigo, el arroz y otros alimentos "pone en peligro el bienestar y los derechos básicos de un incontable número de personas".
"Esta crisis se resume en una falta de acceso suficiente a los alimentos y este acceso es un derecho protegido por la ley internacional", añadió.
El reciente aumento del coste de las materias primas condujo a un alza en los precios de los alimentos a nivel mundial, aunque ha golpeado con más dureza en las naciones pobres, donde los alimentos acaparan la mayoría de los presupuestos de las familias. Se cree que más de 850 millones de personas deberán afrontar esta grave escasez de alimentos, según este organismo.
Argentina, Bangladesh, Vietnam, Rusia y Marruecos son sólo algunos de los países en los que se realizaron durante las últimas semanas manifestaciones y huelgas en respuesta al aumento de precios.
Arbour afirmó que la crisis "proviene de una perversa convergencia de varios factores entre los que se encuentran irregularidades en los suministros y las prácticas de comercio injusto, así como políticas torcidas que implican incentivos o subvenciones".
"Un fallo al actuar de forma global puede causar un efecto dominó al poner en riesgo otros derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la salud o a la educación, y esto se produce cuando la gente se ve obligada a renunciar a necesidades básicas o servicios para alimentarse tanto a ellos como a sus familias", aseguró en una sesión especial que reunió a los 47 estados miembros en Ginebra.
Más de 30 países, como Cuba, Indonesia y Suiza, propusieron una resolución del Consejo a dos años arguyendo que la crisis alimentaria amenaza con desbaratar la lucha mundial contra la pobreza, y se espera una nueva votación a última hora del día.
MAYORES ESFUERZOS
"Los estados tienen la obligación principal de hacer los mayores esfuerzos por conocer las necesidades vitales alimentarias de su población, especialmente de los grupos vulnerables y de las familias", según el borrador de la resolución que pide un incremento de la agricultura local y esfuerzos para reducir la malnutrición materno-infantil.
"La comunidad internacional debería proveer, a través de una respuesta coordinada y por encima de las peticiones, apoyo a los esfuerzos nacionales y regionales en período de suministrar la asistencia necesaria para incrementar una producción alimentaria", continúa el texto.
Uno de los expertos independientes de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, dijo que era esencial que los granjeros del África subsahariana tengan acceso a semillas y fertilizantes antes de que termine la temporada de siembra en junio para que puedan prepararse para la próxima cosecha. "Necesitan ayuda y de forma urgente. Debemos alimentar a los hambrientos ahora y también debemos prevenir el hambre del mañana", dijo De Schutter.
La inversión en los sistemas de irrigación de los países pobres y los esfuerzos por eliminar los subsidios injustos y otras barreras comerciales también son elementos graves a revisar, añadió.
