Actualizado 29/02/2008 12:52

La percepción del acoso escolar como problema es baja en España


MADRID, 29 Feb. (Reuters/EP) -

Un 22 por ciento de los chicos asegura que el acoso escolar es un problema en su centro de estudios, según una encuesta titulada "Inclusión y diversidad en las aulas", realizada en nueve países europeos por el British Council.

El estudio se realizó mediante entrevistas a 3.500 niños y reveló que la percepción del acoso escolar como problema es baja en España si se compara con la media europea, donde se sitúa 10 puntos por encima y sobretodo al cotejar estos datos con los de Inglaterra, donde casi uno de cada dos estudiantes percibe el 'mobbing' como una preocupación.

Al preguntar a los niños si han sido objeto de acoso escolar sólo un 11 por ciento de los españoles responde afirmativamente, mientras que la media europea se sitúa en 15 por ciento.

La encuesta refleja que para los estudiantes españoles las tres barreras más importantes a la hora de la adaptación en la escuela son: el aspecto físico, el color de la piel y la ropa.

Un 39 por ciento de los niños opina que la forma de resolver estos problemas es dedicar más tiempo en clase para abordar los temas relacionados con las diferentes culturas y lugares de origen.

De los 400 estudiantes españoles encuestados, un 49 por ciento se siente feliz en su centro de enseñanza y un 86 por ciento asegura que se siente parte de la escuela a la cual asiste.

Con respecto a la integración un 22 por ciento de los inmigrantes de primera generación en España declaran ser objetos de burla, una cifra dos puntos inferior a la media europea, pero alta si compara la respuesta de los estudiantes no inmigrantes, que sólo afirman recibir mofas en un nueve por ciento de los casos.

Un 35 por ciento de los inmigrantes de primera generación asegura no ir bien en sus estudios porque no entiende o porque necesita más ayuda. El promedio del resto de los países encuestados para esta misma pregunta es de 18 por ciento y ninguna otra nación de las encuestadas se sitúa por encima de España en este apartado.

Con respecto a la participación de los padres en reuniones con otros padres o con la escuela, España ostenta un menor porcentaje de asistencia con un 39 por ciento, cuando la media de la Unión Europea es de 73 por ciento.