MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Durante estos días en el Zoo Aquarium de Madrid se puede ver a un pequeño pollito de Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) en la instalación de mamíferos marinos del Zoo, que fue incubado por dos hembras de Pingüino de Jackass ('Spheniscus demersus'), una especie diferente a la suya.
Estas dos especies, aunque de la misma familia, tienen lugares de origen bien diferentes. Los Pingüinos de Magallanes se distribuyen por el sur de Sudamérica, tanto en el océano Pacífico como en el Atlántico, anida en las costas de Argentina, Chile y en algunas islas, como las Islas Malvinas, y puede migrar al sur de Brasil; mientras que los Pingüinos de Jackass viven en las pequeñas islas de Dassen y Dyer y en las costas cercanas al cabo de Buena Esperanza, al sur de África.
A primeros de mayo, los cuidadores de la instalación de mamíferos marinos del Zoo comprobaron que una parejita de Pingüino de Magallanes, comenzaba a incubar un huevo. Desgraciadamente a los pocos días vieron como la atención del futuro pollito no era todo lo buena que debía ser, seguramente por falta de experiencia de sus progenitores.
Preocupados por este hecho y para prevenir que se malograra la cría, los responsables de la instalación decidieron hacer un cambio, retirar el huevo y colocarlo en el nido de dos hembras de Jackass que ya habían dado prueba de ser muy buenas madres, y que en esos momentos estaban incubando otros huevos que, aunque no fértiles, recibían un cuidadoso trato.
El cambio era arriesgado y no se sabía cómo terminaría la historia. Afortunadamente el pasado 7 de junio, nacía un polluelo que pesaba unos 100 gramos.
Tras nacer, hubo que esperar para ver si las mamás adoptivas del pollito seguían cuidándole y alimentándole correctamente. La cría fue monitorizada intensamente, es decir, controlando casi diariamente su peso, su estado físico y su desarrollo general. Nuevamente estas mamás estaban cumpliendo, y el polluelo ganaba peso e independencia. Actualmente ronda los 900 gramos de peso y ha comenzado a dar sus primeros pasos fuera del nido.
Alf, así llamaron sus cuidadores al recién nacido por lo raro de su historia, se alimenta de un regurgitado de pescado predigerido que le introducen en la boca sus mamás y que se compone de arenque capelín y espadín. Alf tendrá que esperar 3 ó 4 meses para darse su primer chapuzón, momento en el que cambiará el plumón que actualmente cubre su cuerpo por el plumaje juvenil/adulto impermeabilizado con el que podrá bañarse.