Actualizado 24/11/2008 09:08

Sólo dos empresas se apuntan al programa de reducción de gases que el Gobierno lanzó hace siete meses

El Observatorio de Sostenibilidad asegura que todavía son pocos porque el resto "están preparando sus proyectos"


MADRID, 24 Nov. (OTR/PRESS) -

Solamente dos empresas se han adherido al Sistema Voluntario de Reducción de Emisiones del Gobierno desde su puesta en marcha, hace siete meses. Se trata de la compañía de transportes Alsa y de Sol Meliá. La primera pretende la implantación de proyectos como la utilización de biodiésel en flotas de autocares, la adquisición de autocares Euro V o una mayor utilización de bioetanol, mientras que la cadena hotelera tiene la intención de reducir las emisiones de CO2 y el consumo de agua en los 99 hoteles de la cadena que están adheridos al programa. "Si hay pocas empresas es porque están preparando sus proyectos y eso les cuesta su trabajo", aseguró el director del Observatorio de Sostenibilidad en España (OSE), Luis Jiménez Herrero.

El Observatorio de Sostenibilidad, que dirige el proyecto, informó de que también la empresa de construcción Ferrovial prevé adherirse a este sistema durante el próximo mes de diciembre. "Es un proyecto que tiene un ciclo de maduración largo, y se trata de una iniciativa de carácter voluntario", indicó Jiménez Herrero, que añadió que "es necesario" que los sectores difusos que están fuera del marco normativo "arrimen el hombro" y comiencen a plantear medidas de carácter voluntario para reducir las emisiones de gases contaminantes.

Aunque solamente dos empresas se han adherido al proyecto, el director del OSE señaló que "si hay pocas empresas es porque están preparando sus proyectos y eso les cuesta su trabajo, su tiempo y su dinero", ya que hay, al menos, diez empresas interesadas y que están empezando a presentar sus programas. El Observatorio prevé que la mayoría de las empresas pertenezcan a sectores como el transporte, el turismo, la agricultura, el comercio y grandes superficies, instituciones y administraciones públicas, o incluso viviendas.

Sin embargo, juega en contra de las empresas que el proceso, desde que se manifiesta la intención de adherirse hasta que se consigue, "es lento" porque hay que verificar, estudiar sus métodos de cálculo de reducción de emisiones y analizar cómo se ha conseguido ese objetivo, antes de que se les otorgue la distinción de empresa adherida.

PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Una de las empresas adheridas, Alsa, propone en su proyecto la utilización de biodiésel en su flota de autocares, que implantará poco a poco; la adquisición de autocares Euro V, o un plan que prevé la utilización de bioetanol y el traslado de aparcamientos de autobuses para poder reducir kilómetros en vacío.

Por otro lado, Sol Meliá, pondrá en marcha el Proyecto SAVE, que pretende reducir las emisiones de CO2 y el consumo de agua en los 99 hoteles de la cedena adheridos al programa, con medidas de concienciación y formación, estandarización de sistemas y productos energéticamente eficientes.