MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trasladó este viernes que el Ejecutivo "discrepa abiertamente" con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) respecto a la decisión de éste de sancionar con 1.500 euros al juez Rafael Tirado por su actuación en el 'caso Mariluz', al tiempo que asumió "absolutamente" la parte, "muy determinada", de responsabilidad que le corresponde en la elección del actual CGPJ, como representante del grupo mayoritario en el Parlamento.
"Me siento absolutamente responsable de esa elección, supongo que con todos los grupos que han dado su respaldo", en referencia también al principal partido de la oposición con quien el PSOE pactó la renovación del Consejo del Poder Judicial.
En la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros del año, Zapatero se refirió ampliamente a este asunto y tras mostrar el pesar y el desacuerdo del Gobierno, dijo que el Ejecutivo respalda el recurso que ha planteado la Fiscalía General del Estado contra la decisión, adelantando que se recorrerán "todos los caminos legales" existentes para corregirla. Igualmente, confirmó que el Ministerio de Justicia "trabaja ya" en la Reforma del Régimen Disciplinario de los jueces.
Zapatero argumentó sus críticas al máximo órgano de Gobierno de los jueces en que, como cualquier otro órgano constitucional, el CGPJ es "responsable de sus decisiones" y está "sometido a crítica". Para apuntalarlo, añadió que el Gobierno cree, además, que está "interpretando" la voluntad de un amplio sector de la opinión pública mostrando su discrepancia "profunda y seria".
ES UNA MUESTRA DE "INDEPENDENCIA".
Preguntado por si se ratificaba en la idoneidad de la elección de los miembros del CGPJ y de su presidente, Carlos Dívar, Zapatero contestó que el modelo existente exige alcanzar unos acuerdos y respetar la Ley Orgánica.
Recordó que la petición de comparecencia de Dívar la ha hecho el Grupo Socialista en el Congreso y "parece lógico que respalde esta comparecencia para el presidente del CGPJ". "No evalúo a nadie antes de escucharle y lo que queremos es que se explique en la sede de la soberanía y que escuche a los parlamentarios", añadió Zapatero, quien consideró que es buena la "transparecencia" en la toma de decisiones y también lo es que las explicaciones se den en el Parlamento.
Asimismo, según el presidente, la discrepancia que el Ejecutivo mantiene con la decisión sobre el juez Tirado ratifica que el órgano de gobierno de los magistrados "funciona con independencia".
El jefe del Ejecutivo afirmó que había hablado con el padre de la niña la misma tarde en que se conoció la decisión del CGPJ. En esa conversación, el presidente le dijo que comprendía su dolor y le trasladó que su reacción y testimonio va a tener "consecuencias y efectos positivos para el funcionamiento de la Administración de Justicia".