La Comunidad de Madrid dice que el problema de la Cañada no es de chabolismo sino de asentamiento ilegal, responsabilidad de los ayuntamientos
MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), Ignacio Murgui, criticó hoy que ni la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ni el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, hayan hecho mención del caso de la Cañada Real Galiana durante la firma de un convenio para erradicar el chabolismo en la ciudad con el desmantelamiento de cuatro poblados.
En declaraciones a los medios tras el acto, Murgui criticó que "se ha dejado fuera (a la Cañada) y ni siquiera se ha mencionado o contabilizado cuando han dado el número de infraviviendas que existen en Madrid".
"Obviamente no han hablado de ese tema, todos hemos oído cómo no han hablado de ese tema, no ha aparecido para nada. Evidentemente, lo que se haga para evitar situaciones de infraviviendas está bien, pero sorprende que de repente uno de los casos (de chabolismo) más grandes en cuanto a dimensiones, a gente que afecta y a repercusión no aparezca", apuntó el líder vecinal.
Y es que a pesar de que tanto Aguirre como Gallardón se han referido a los poblados ya desmantelados en los últimos años, a lo que está planeado hacer en el futuro próximo para erradicar de manera definitiva los poblados chabolistas históricos, e incluso a los nuevos asentamientos y la necesidad de evitarlos antes de que se consoliden, nadie ha hecho mención de la Cañada, una zona donde viven de manera ilegal entre 35.000 y 40.000 personas, y donde ninguna administración parece querer meterse de manera definitiva.
De hecho, pese a las reclamaciones de la FRAVM para que todas las instituciones implicadas -el Gobierno central, la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos de Madrid, Getafe, San Fernando de Henares, Coslada y Rivas Vaciamadrid- se sienten a hablar con los vecinos de la Cañada para buscar una solución, ese encuentro aún no se ha producido.
"La Cañada Real Galiana no aparece en el convenio (firmado hoy) porque es un asentamiento muy complejo, con muchas infraviviendas pero también con viviendas que no tiene nada de infra y, desde luego, abordar ese tema requeriría una implicación muy amplia tanto de la Comunidad como de los ayuntamientos afectados y del Estado. Es un tema que exige la implicación de muchos actores que, por el momento, no parecen estar dispuestos a sentarse como pedimos", concluyó Murgui.
NO ES UN POBLADO CHABOLISTA
Sin embargo, el gerente del Instituto de Realojamiento e Integración Social, Javier Ramírez, justificó el hecho de que la Cañada se quede fuera de este convenio y ni siquiera haya sido mencionada alegando que "no es un núcleo chabolista sino un asentamiento de construcciones ilegales".
Así, definió las chabolas como las "casas hechas de materiales de desecho" e indicó que "aproximadamente el 90 por ciento de las viviendas de la Cañada son casas de ladrillo, aunque ilegales". "Hay construcciones ilegales por toda España y por toda la Comunidad, y aunque es cierto que en la Cañada se produce una gran concentración y que es un problema entrar ahí, no es responsabilidad del IRIS", añadió.
"El IRIS es una herramienta de la Comunidad de Madrid para erradicar el chabolismo que sólo trabaja con convenios con las administraciones locales, y en este momento no hay ninguna propuesta de convenio para atajar el tema de la Cañada. Es verdad que hay un problema allí pero el 90 por ciento de las construcciones no son chabolas", apuntó el responsable.
Además, recordó que en ese problema "hay muchas competencias divididas entre muchas administraciones" que deberán "ponerse de acuerdo" para solucionar la situación, pero apuntó que "éste es fundamentalmente un problema urbanístico de hace muchos años" consecuencia de unos asentamientos que son competencia de los ayuntamientos.
Con respecto a los nuevos asentamientos que se están detectando en el norte del a región, Ramírez señaló a la Delegación de Gobierno como responsable por los problemas de seguridad que provocan. "Hay que estar pendientes de que los nuevos asentamientos, la mayoría de gitanos rumanos, no sigan creciendo", recomendó.
Finalmente, aseguró que "en 2011 habrán desaparecido todos los núcleos chabolistas de Madrid y sólo quedarán la Cañada Real y algunos puntos pequeños dentro de la ciudad". "Ahora hay un nuevo núcleo en la calle Francisco Álvarez de Villa de Vallecas, pero lleva sólo tres años y por eso sería muy injusto que la Administración los realojara, porque tendría un efecto llamada", concluyó el gerente.
