Actualizado 21/11/2008 18:42

El aumento del cólera, la malnutrición y la falta de suministros provocan una crisis sanitaria en RDC


MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

Muchos de los desplazados en la provincia de Kivu Norte, en el este de República Democrática del Congo (RDC), necesitan cuidados médicos ante el incremento en el número de casos de cólera, los heridos por disparos y la malnutrición, de acuerdo con las informaciones de las agencias de ayuda humanitaria, que señalan que, en algunas zonas, el enfrentamiento no permite el acceso de los suministros médicos necesarios o los desplazados no pueden acceder a los tratamientos.

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha tratado 7.000 casos de cólera desde el pasado mes de enero en la provincia. "Hay falta de acceso a las letrinas y al agua potable", declaró el coordinador para el proyecto de campo de MSF en el distrito Territorio de Rutshuru, Romain Gitenet.

El constante movimiento de población y las condiciones en los campamentos de desplazados también han contribuido a la extensión de la enfermedad, según recoge la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Los casos de cólera también han sido registrados en más localidades de lo usual, señala MSF. En Kibati, al norte de Goma, se informó de ocho a diez casos de cólera al día por cada semana hasta el pasado 14 de noviembre, y desde entonces el número ha crecido hasta alcanzar los 16 casos diarios.

Algunos de los desplazados tampoco tienen posibilidad de acceder al tratamiento. "Si no haces nada, del 30 al 50 por ciento de los que tienen cólera mueren", explicó Gitenet. Las pocas instalaciones sanitarias disponibles están hacinadas.

De acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Goma, hay un riesgo continuado de cólera extendiéndose a través del Territorio de Rutshuru. "La inseguridad continúa impidiendo la provisión de agua limpia, letrinas y la promoción de la higiene para contener la extensión de la enfermedad", señaló UNICEF. "Si la gente sigue moviéndose, la enfermedad seguirá extendiéndose", añadió.

El aumento de heridas por tiroteo también conduce a un mayor número de amputaciones, de acuerdo con Gitenet. "El uso de armas pesadas es más común ahora", manifestó. El pasado mes de octubre, se realizaron 406 cirugías en el hospital de Rutshuru, de las que 110 eran heridas de bala.

Tampoco se puede dar cuidado médico por los problemas de acceso. "Aunque intentamos llegar a la mayoría de las zonas, no podemos ir a todas partes", según Gitenet. "Cada día es un dolor de cabeza (...), tenemos que encontrar un nuevo camino para hacer las cosas", añadió.

Un centro de alimentación y un hospital en Kayna, en el norte, han interrumpido "la ayuda crítica a un gran número de niños malnutridos", de acuerdo con UNICEF. El enfrentamiento en Kivu Norte se ha caracterizado por desplazamientos masivos y el aumento de las violaciones. Desde enero, MSF ha atendido al menos a 5.700 supervivientes de violaciones.

AUMENTA LA MALNUTRICIÓN

El número de niños que sufren malnutrición severa también ha aumentado de forma dramática, según la organización humanitaria World Vision. Entre ocho y diez menores han llegado cada día al centro de nutrición que esta ONG tiene en Rwanguba, en el este de Rutshuru. Antes del conflicto llegaban como máximo dos niños al día.

"La causa de la malnutrición suele ser la pobreza", aseguró una enfermera que trabaja en la clínica Rwanguba, Suzanne Kahamba. "Pero ahora, mucha gente está desplazada, no tienen tierra donde cultivar. Este conflicto ha multiplicado por diez los efectos de la pobreza y la situación ha llegado a ser extrema", añadió.

El enfrentamiento en la zona ha cortado la entrega de alimentos terapéuticos desde hace tres semanas. "No tenemos suministros desde hace una semana", señaló Kahamba. "Esta mañana han acudido 53 niños que necesitaban un tratamiento, pero no teníamos nada para darles", manifestó.