KABUL, 14 Abr. (Reuters/EP) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) ha pedido al Ejército de Afganistán, a las tropas extranjeras y a la insurgencia talibán que mantengan a los civiles apartados de los combates, según afirmó hoy el presidente de la organización, Jakob Kellenberger.
También expuso su petición al Gobierno afgano para que se cumplan las garantías judiciales y que se aplique un mejor tratamiento para los presos que permanecen en la cárcel de Pul-i-Charkhi, ya que presos ya liberados se han quejado de haber sido maltratados, torturados y muchos de ellos encarcelados sin juicio en esta cárcel afgana que se encuentra a las afueras de Kabul.
Kellenberger añadió que el CICR quería tener acceso a más prisiones y comentó su preocupación sobre los presos capturados por el Ejército estadounidense y retenidos en la base aérea de Bagram, al norte de Kabul, la principal base estadounidense en Afganistán.
"Cuando hablé con los detenidos en Bagram, la principal preocupación es que los que están allí no saben por qué están ahí", afirmó. "El segundo punto que nos provoca preocupación es que ellos no saben lo que traerá el futuro, cuánto tiempo estarán allí y bajo qué condiciones serán puestos en libertad", manifestó.
Durante su viaje a Afganistán, de una semana de duración, el presidente de este organismo internacional habló con varios detenidos en las prisiones de Pul-i-Charkhi y de Bagram. También se reunió con el presidente del país, Hamid Karzai, con comandantes de la coalición estadounidense y de la OTAN, así como con la insurgencia talibán.
Al concluir su visita, Kellenberger dijo que sus reuniones con todas las partes principales del conflicto se enmarcaban en la necesidad de la protección de los civiles afganos y las leyes humanitarias internacionales durante la guerra.
"Fui muy insistente (...) en la protección de los civiles", afirmó. También añadió que "debe haber una distinción entre los civiles y aquéllos que participan directamente en el combate", dijo en una rueda de prensa en los cuarteles generales del ICRC en Kabul.
Más de 20.000 personas, miles de ellas civiles, han sido asesinadas en Afganistán desde que la coalición de las tropas estadounidenses invadieron el país en 2001 y derrocaron al Gobierno talibán, de acuerdo con las estimaciones recopiladas por fuentes tanto afganas como extranjeras.
Kellenberger dijo que el CICR está documentando posibles violaciones de leyes humanitarias por todas las partes involucradas en el conflicto afgano y añadió que había apremiado a los talibán a garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios en las zonas donde los milicianos estén en activo y que la respuesta de los talibán había sido positiva.