BOADILLA DEL MONTE, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid subvencionará a la Fundación ONCE con 286.000 euros para la adquisición de 24 perros-guía reproductores, con el fin de aumentar la oferta de estos animales y garantizar su tenencia a un mayor número de personas con discapacidad visual.
Esta medida fue anunciada hoy en Boadilla del Monte por la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Gádor Ongil, que realizó una visita a las dependencias donde se ubica la escuela de formación de perros-guía en la localidad. Las instalaciones, según relataron sus responsables, son "únicas en España" y "pioneras" en el adiestramiento y la graduación.
En la visita, la consejera estuvo acompañada por el presidente de la Fundación ONCE del perro- guía, Xavier Grau, la directora del centro, Gemma León, entre otros responsables de la entidad.
Los 24 nuevos ejemplares financiados por la Comunidad se incorporarán al 'Programa de Cría' de la escuela. Se trata de cachorros específicos de labrador, procedentes de mercados internacionales, con el fin de obtener los ejemplares más aptos para desempeñar el trabajo de perro-guía.
En declaraciones a la prensa, Ongil destacó el trabajo que desempeña la Fundación en estas instalaciones calificándolo de "fantástico". En este sentido, resaltó "la autonomía" que supone para una persona con discapacidad visual el poder contar con un perro guía.
"EL PERRO ES MIS OJOS"
Los perros guía, según Ana Garrido, invidente que participó con su perrita Cora en la exhibición que se realizó en las instalaciones, señaló que estos animales "te dan una independencia que el bastón no te da. El perro está siempre dispuesto y contento con lo que le digas, te ayuda a todo. A comprar, a pasear, me ayuda a todo. Es mis ojos".
Por su parte, otro de los usuarios, Ricardo Valesar, que tiene un labrador retriever negro, de nombre Uco, relató que estos perros "ofrecen un alto nivel de autonomía. Voy con él a todas partes".
El centro de adiestramiento ha graduado desde su creación, en el año 1989 a un total de 1.500 perros-guía en toda España, de ellos alrededor de 900 continúan en activo. Asimismo, el año pasado se graduaron en esta escuela de formación 120 perros-guía, de los cuáles 26 ejemplares se quedaron en la Comunidad de Madrid.
La ONCE trabaja con las razas de labrador, golden retriever, pastor alemán y flad coated. A los 45 días de su nacimiento son entregados a familias de acogida, que durante un año se encargan de educar al animal. Cuando el animal cumple 12 meses, es devuelto de nuevo al centro de adiestramiento, donde los profesionales trabajan ejercicios de obediencia y de socialización. La directora del centro, Gemma León, relató que las familias que acogen voluntariamente al animal "son escogidas elegimos cuidadosamente".
De este modo, señaló que deben reunir las siguientes condiciones: vivir en la Comunidad de Madrid, "que tengan tiempo y ganas de trabajar con el perro"; que se comprometan a no dejarlo solo más de dos horas y "venir a la escuela para las revisiones veterinarias". La ONCE asume todos los gastos que ocasiona el perro el tiempo que permanece con la familia de acogida. Financia desde la comida, hasta las revisiones veterinarias, pasando por los juguetes.
CADA ANIMAL COSTARÍA 30.000 EUROS
Por su parte, una de las cuidadoras, Luisa Segador, señaló que el periodo de adiestramiento del perro se prolonga desde los 12 hasta los 18 ó 20 meses. Posteriormente, se asigna al solicitante idóneo para el perro en cuestión y se realiza un curso de aprendizaje para el definitivo acoplamiento de la unidad. Todo el procedimiento supone una inversión de unos 30.00 euros.
"Al año solemos formar unos 100 perros, aunque la media de solicitudes es de 200, por lo que la lista de espera es de unos dos años", puntualizó Segador, que señaló que "se trata de perros que tienen que ser muy adaptables. Son tocados por muchas manos, educados por muchas personas".
Por ello, se les entrena en todas aquellas situaciones a las que se pueden enfrentar, como ir a centros comerciales, ir en metro, a comprar e incluso a rechazar alimentos y estar con gatos. "Es un proceso, lento, receptivo y costoso", señalaron desde la ONCE.