Actualizado 24/06/2008 13:30

RSF denuncia el control chino sobre la prensa al paso de la antorcha olímpica por Xinjiang y Tíbet

BEIJING, 24 Jun. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

El paso de la antorcha olímpica por Xinjiang y Tíbet, las paradas más conflictivas de la llama en su recorrido por territorio chino, se saldaron con una nueva muestra de las medidas de control infranqueables puestas en marcha por el Gobierno chino, según ha denunciado hoy la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

La ONG acusa a Beijing de haber roto una vez más su promesa de que garantizaría libertad de movimientos a la prensa extranjera en China con motivo de los Juegos Olímpicos, y señala que el número de corresponsales que contaron con autorización para seguir el relevo de la antorcha fue reducido y, además, no se les permitió entrevistar libremente a la población local.

"El relevo de la llama olímpica no había sido nunca una farsa semejante, en la que la población local recibe la orden de quedarse en casa porque son considerados una amenaza", declaró RSF a través de un comunicado.

Según relata la organización, el comité organizador sólo permitió el desplazamiento a Lhasa (cerrada a la prensa extranjera desde marzo) de 50 corresponsales, y la mitad de ellos provenían de las ex colonias de Hong Kong, Macao así como Taiwán.

En Lhasa, los periodistas extranjeros vieron cómo se les imponía un férreo control de movimientos, que hizo que no pudieran visitar algunos templos donde anteriormente ha habido manifestaciones. Tampoco pudieron seguir la llama olímpica, que en total sólo estuvo un día en la región (el sábado), ni hablar con los lugareños.

En Xinjiang, donde la llama viajó anteriormente, durante tres días, los periodistas tampoco tuvieron acceso a la población autóctona uighur, y fueron rodeados por la policía cuando intentaron abandonar el área de seguridad.

"Los periodistas nunca han sido tan controlados al cubrir un acto que ha sido tan escandalosamente politizado por el Gobierno chino", señala RSF. "Sin embargo el COI (Comité Olímpico Internacional) permanece en silencio ante esta nueva violación de la Carta Olímpica por las autoridades chinas, que usan la llama olímpica para justificar la represión política", concluye.