Actualizado 04/04/2008 15:25

Ascienden a 1.000 los detenidos por los disturbios en Lhasa, según las autoridades

BEIJING, 4 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

El número de detenidos por las manifestaciones de Lhasa del pasado mes superan ya el millar de personas, según han informado las autoridades locales y recoge hoy el diario 'South China Morning Post'.

Alrededor de 800 fueron arrestados y 280 se entregaron voluntariamente tras un periodo de gracia de un par de días ofrecido por las autoridades, según cifras dadas por Wang Xiangming, subsecretario del Partido Comunista Chino en Lhasa.

Todos ellos serán sometidos a juicios rápidos y conocerán su sentencia antes del 1 de mayo, fecha en la que la ciudad y el resto de la región autónoma de Tíbet volverán a estar abierta al turismo, según se supo ayer.

Las condenas a las que se enfrentan serán, previsiblemente, cualquier cosa menos blandas, en un país en el que el sistema judicial es un brazo más del poder.

Según las instrucciones dadas a los jueces por el máximo representante de la ley y el orden local, Baima Chilin, y recogidas por el periódico 'Tibet Daily', "seguid un proceso de acuerdo con la ley para los criminales para conmocionar al crimen y extirpar la base de los separatistas. Emplead las pruebas para exponer al mundo las mentiras de la camarilla del Dalai (Lama) sobre la paz y la no violencia". Los jueces, agregó Baima Chilin, "disfrutan de la confianza del Partido".

Las cifras de muertos en los violentos disturbios de Lhasa, que comenzaron como una protesta pacífica de varios cientos de monjes el día 10 de marzo y acabaron con la quema y el saqueo de comercios, viviendas o lugares públicos asociados a los habitantes no tibetanos de la ciudad el 14 de ese mes, se mantienen según los datos de Beijing en 22 personas (19 víctimas de los incendios o los ataques y tres manifestantes). Grupos pro tibetanos barajan la cifra de 140 fallecidos en todas las localidades con población tibetana levantadas en las protestas.

Esta semana, y por primera vez tras los altercados, las autoridades de la ciudad se disculparon públicamente ante las víctimas. Según informa 'Southern Metropolis News', el vicepresidente de la región, Gong Puguang, pidió perdón a los familiares de cinco jóvenes que murieron calcinadas en una tienda incendiada. Cada familia, además, ha recibido una indemnización de 200.000 yuanes (algo más de 18.000 euros).

Testigos y víctimas del saqueo en Lhasa han denunciado repetidamente que la inactividad de las fuerzas de seguridad china durante los disturbios (ya fuera porque se vieron sobrepasados e incapaces de reaccionar, ya por el temor de Beijing a reprimir con fuerza las revueltas y ser acusado por la prensa internacional) agravó las consecuencias de las violentas protestas.